
¿Europa en peligro? EE.UU. Cuestiona la Capacidad de Defensa Europea y Exige Mayor Inversión Militar
El vicepresidente de Estados Unidos, JD Vance, ha lanzado una advertencia contundente: la mayoría de los países europeos carecen de ejércitos capaces de ofrecer una defensa “razonable” en caso de conflicto. En un claro llamado a la acción, Vance insiste en que Europa no puede seguir dependiendo de EE.UU. para su seguridad militar. ¿Se avecina un cambio radical en la estrategia de defensa transatlántica?
Vance, en una entrevista con Unherd, ha expresado su preocupación por la aparente decadencia de las fuerzas armadas europeas. Según él, los “ejércitos vibrantes” del pasado, capaces de defender su propio territorio, son ahora una rareza, con excepciones notables como Reino Unido, Francia y Polonia. Su crítica es directa: los líderes europeos han “invertido drásticamente poco en seguridad”.
Esta situación, según Vance, es insostenible y debe cambiar. Su postura se alinea con la de otros miembros de la administración Trump, quienes han instado repetidamente a los países de la OTAN a aumentar su gasto en defensa. Incluso se ha sugerido elevar estas inversiones hasta el 5% del PIB. ¿Podría esta presión estadounidense obligar a Europa a reconfigurar sus prioridades económicas y militares?
El vicepresidente estadounidense ha recalcado que Europa no puede ser un “vasallo permanente en términos de seguridad” de Estados Unidos. Aunque afirma no querer que los europeos simplemente sigan las directrices estadounidenses, Vance aboga por una alianza más equitativa, donde las relaciones de seguridad y comerciales reflejen una mayor independencia europea.
A pesar de las tensiones, Vance insiste en que EE.UU. sigue viendo a Europa como un aliado. El objetivo es una alianza en la que los europeos sean más autosuficientes, reflejando un cambio en las dinámicas de seguridad y comercio entre ambas potencias.
Las diferencias entre Estados Unidos y Europa también se extienden al enfoque para resolver el conflicto en Ucrania, tema en el que Vance ha sido particularmente crítico con el presidente Volodimir Zelenski. Su participación en la discusión pública en el Despacho Oval con el mandatario ucraniano subraya la importancia que la administración Trump le da a este asunto.
Vance argumenta que es crucial comprender los “objetivos estratégicos” tanto de Rusia como de Ucrania, sin que esto implique apoyar moralmente la causa rusa o la invasión. “Hay que entender sus líneas rojas, de la misma manera que hay que entender lo que los ucranianos intentan dejar fuera del conflicto”, ha añadido.
En este contexto, Vance considera “absurdo” que Zelenski pueda insinuar que la administración Trump es prorrusa, argumentando que tales declaraciones “sin duda no ayudan” a mejorar las relaciones. ¿Podrían estas tensiones diplomáticas complicar aún más la búsqueda de una solución pacífica al conflicto en Ucrania?
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