La U Blinda el Clásico: Máxima Seguridad en el Nacional Tras Incidentes en el Monumental
La Universidad de Chile se prepara para el Superclásico del domingo, pero la atención no está solo en la cancha. Tras los graves incidentes ocurridos en el Estadio Monumental durante el partido entre Colo Colo y Fortaleza por la Copa Libertadores, la seguridad se ha convertido en la prioridad número uno. El club azul está desplegando un fuerte operativo en los alrededores del Estadio Nacional para prevenir cualquier disturbio y cumplir con las exigencias de las autoridades, quienes aún mantienen en suspenso la confirmación definitiva del partido.
Fuentes internas confirman que las puertas del estadio en Ñuñoa abrirán tres horas antes del inicio del encuentro, programado para las 16:00 horas, con el objetivo de facilitar el ingreso ordenado de los hinchas. Solo se permitirá la entrada de aficionados de la U. Colo Colo, en un gesto de colaboración, proporcionó una lista de sus abonados frecuentes al club estudiantil, para bloquearlos en la venta de entradas y evitar infiltraciones.
El operativo de seguridad será masivo: cuatro anillos de control rodearán el estadio. Dos estarán a cargo de Carabineros, y los otros dos serán gestionados por personal de seguridad privada contratado por el club. En total, 500 guardias, incluyendo 150 tácticos, velarán por la seguridad, sumados a 790 efectivos policiales.
Superclásico en la cuerda floja: ¿Se jugará o no se jugará?
Aunque inicialmente se había dado luz verde al Superclásico, la incertidumbre ha vuelto a apoderarse del ambiente futbolístico. El Ministro de Seguridad, Luis Cordero, declaró: “El partido del día domingo se encuentra autorizado. La única manera de que no se ejecute es si tenemos una nueva evaluación de seguridad, que se le ha requerido a Carabineros. Si la evaluación de seguridad es negativa, el partido no se va a realizar”. La decisión final pende de un hilo, a la espera del informe de Carabineros.
El alcalde de Ñuñoa, Sebastián Sichel, se ha mostrado aún más contundente, solicitando directamente la suspensión del partido. “No se debería realizar el superclásico, por dos cosas prácticas; no hay sanción y no hay una medida especial de seguridad”, afirmó en una entrevista. Sichel expresó su preocupación por las amenazas en redes sociales contra Carabineros, la convocatoria a manifestaciones y los recientes “turbazos”, considerando que realizar el partido en estas circunstancias representa un riesgo inaceptable para los vecinos de Ñuñoa. Además, criticó la falta de una estrategia de seguridad clara y la reciente renuncia de la encargada de Estadio Seguro, dejando un vacío en la coordinación de las medidas preventivas.
¿Prevalecerá la pasión del fútbol o la prudencia ante el riesgo de violencia? La decisión está en manos de las autoridades.
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