Chile al Rojo Vivo: ¿Lista Única o Batalla Campal en la Izquierda para las Parlamentarias?
Mientras el Congreso bajaba la persiana la semana pasada, una reunión secreta encendía el debate político. Líderes del Socialismo Democrático y la Democracia Cristiana (DC) se encerraron para trazar su estrategia de cara a las cruciales elecciones parlamentarias de noviembre. La gran pregunta que sobrevuela el ambiente: ¿competirán unidos, como clama el Presidente Gabriel Boric, o se fragmentarán en dos listas rivales?
En el cónclave de la Cámara Alta estuvieron presentes pesos pesados como Alberto Undurraga, presidente de la DC, junto a Alejandra Krauss, secretaria nacional del mismo partido. También participaron José Toro (PPD), Lorenna Saldías (Partido Radical) y Anahís Castañeda (Partido Liberal), los secretarios generales de sus respectivos partidos. La presencia estelar fue la del exsenador Guido Girardi (PPD), arquitecto clave de la idea de unificar al Socialismo Democrático y la DC en una sola lista.
Las conversaciones, descritas como “francas”, revelan profundas divisiones. La DC, liderada por Undurraga, ha sido tajante: solo seguirá en la mesa si se asume la posibilidad real de dos listas parlamentarias. Para la Falange, un pacto con el Partido Comunista (PC) es inaceptable, argumentando diferencias irreconciliables en temas clave como relaciones internacionales y economía.
El debate interno es explosivo. Eduardo Bermúdez, ex vicepresidente del Partido Socialista (PS), advirtió que su partido y el PPD tienen una responsabilidad mayor, dada la posición del ministro del Interior, Álvaro Elizalde (PS), y la candidatura presidencial de Carolina Tohá (PPD). Por ahora, evitarán pronunciarse públicamente sobre una segunda lista para no complicar la situación de sus figuras clave en el gobierno.
La presión por la unidad es máxima. El Presidente Boric ha insistido, hasta la saciedad, en la necesidad de una lista parlamentaria única y amplia. Este mensaje fue reforzado por el ministro Elizalde, quien afirmó que la unidad es “fundamental” para optimizar los resultados electorales y construir una fuerza política sólida.
Pero no todos están a bordo. Desde el Socialismo Democrático justifican el acercamiento a la DC como una forma de incluir a la Falange en las discusiones, ante la marginación que sienten en las reuniones de los ocho secretarios generales del oficialismo.
Las colectividades más pequeñas, como Acción Humanista y los regionalistas verdes, han quedado al margen de estas conversaciones. En el Socialismo Democrático reconocen que se ha evitado involucrarlos, conscientes de que, con solo dos diputados, su supervivencia política depende de una negociación ambiciosa.
El malestar con los regionalistas verdes es palpable, especialmente tras su desempeño en las elecciones municipales y regionales del año pasado. Su decisión de presentar un candidato alternativo a Claudio Orrego en la Gobernación Metropolitana, y la controvertida candidatura de Alejandro Navarro en el Biobío, generaron fuertes críticas internas.
Jaime Mulet, líder de los regionalistas verdes, ya ha lanzado un ultimátum: “No va a haber lista única”. Sus acercamientos previos con la DC, los radicales, los liberales y Acción Humanista quedaron en suspenso, pero la amenaza de una fractura en la izquierda es más real que nunca. ¿Veremos una izquierda unida o una batalla campal por el poder en las urnas? El tiempo dirá.
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