Moscú y Pekín Unen Fuerzas: ¿Un Desafío Directo al Poder de EE.UU.?
[Imagen: Vladímir Putin y Xi Jinping durante su encuentro en Moscú]
Vladímir Putin y Xi Jinping, presidentes de Rusia y China respectivamente, han elevado la tensión geopolítica con una declaración conjunta que muchos interpretan como un claro mensaje a Washington. En una alianza estratégica, los mandatarios criticaron abiertamente la política de “contención” estadounidense, la expansión de la OTAN y las políticas comerciales proteccionistas impulsadas por la administración Trump.
Durante una reunión clave en el Kremlin, Putin y Xi enfatizaron que su creciente colaboración actúa como un “factor estabilizador” en un mundo marcado por la incertidumbre. A pesar de las especulaciones, ambos líderes insistieron en que su alianza no está dirigida contra ninguna nación en particular.
La visita de Xi a Rusia, coincidiendo con el 80 aniversario de la victoria soviética sobre la Alemania nazi, subraya la fortaleza de los lazos bilaterales. Este encuentro desmiente cualquier intento previo de Estados Unidos por debilitar la relación estratégica entre Moscú y Pekín.
Tras siete horas de conversaciones, Putin y Xi aprobaron declaraciones políticas contundentes que evidencian las profundas diferencias entre el eje Moscú-Pekín y las políticas de Washington y Bruselas.
El documento resultante de la cumbre denuncia la “doble contención” de Rusia y China por parte de Estados Unidos, y critica el sistema antimisiles Cúpula de Hierro, alertando sobre el creciente riesgo de un conflicto nuclear.
China también expresó su preocupación por la expansión de la OTAN en la región Asia-Pacífico, una situación que, según ambos líderes, representa una amenaza para la paz, la estabilidad y la prosperidad regional.
En una clara alusión a las políticas de Donald Trump, Rusia y China condenaron los aranceles comerciales injustos, la competencia desleal, las medidas proteccionistas y las sanciones unilaterales impuestas por Estados Unidos.
La declaración conjunta subraya que la imposición de aranceles injustificados por ciertos países a sus socios comerciales socava los derechos y los intereses de otros estados y de la Organización Mundial del Comercio, poniendo en peligro la estabilidad económica global.
Además, el documento reafirma el principio de seguridad indivisible – la idea de que la seguridad de un país no debe lograrse a expensas de la seguridad de otro – un argumento clave utilizado por Rusia para justificar sus acciones en Ucrania, país que aspiraba a unirse a la OTAN.
Aprovechando la presencia en Moscú de líderes de Brasil, Venezuela y Cuba, Putin y Xi elogiaron la cooperación mutuamente beneficiosa entre estos países latinoamericanos y expresaron su interés en fortalecer los vínculos con las organizaciones regionales. Este movimiento sugiere una creciente influencia de Rusia y China en América Latina, desafiando la hegemonía tradicional de Estados Unidos en la región.
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