Rapa Nui: Toromiro regresa tras 60 años

¡Histórico! El Toromiro, árbol sagrado de Rapa Nui, regresa a casa tras décadas de extinción

Después de más de 60 años de ausencia, el Toromiro, un árbol endémico de incalculable valor cultural para el pueblo Rapa Nui, ha comenzado su esperado regreso a la Isla de Pascua. Un cargamento de 287 plántulas ha llegado para reescribir la historia ecológica y cultural del territorio.

Este renacimiento es fruto de una colaboración ejemplar entre Conaf, universidades y el sector privado, unidos por el objetivo común de reinsertar una especie que fue pilar fundamental tanto del ecosistema como de las tradiciones ancestrales de Rapa Nui.

La desaparición del Toromiro no fue un evento natural, sino un proceso abrupto causado por la tala indiscriminada. Así lo explicó Macarena Gerding, académica de la Universidad de Concepción, en una reciente entrevista.

“El último Toromiro fue talado alrededor de 1960. Afortunadamente, se rescataron semillas de ese último ejemplar, las cuales fueron llevadas a jardines botánicos en Europa. Hoy, contamos con la descendencia de esas semillas”, detalló Gerding.

Sin embargo, la reintroducción enfrenta desafíos significativos. El ecosistema de Rapa Nui ha sufrido transformaciones drásticas, creando condiciones adversas para el crecimiento del Toromiro.

“Las condiciones actuales de la isla son muy diferentes a las de antaño, cuando existía mayor diversidad, especialmente de palmeras. Ahora hay menos agua, más viento y suelos más empobrecidos”, advierte la investigadora de la Facultad de Agronomía de la Universidad de Concepción.

Para maximizar las posibilidades de éxito, el proyecto se centra en el ecosistema del volcán Rano Kau.

“Rano Kau fue el último refugio del Toromiro. Es la zona menos intervenida de la isla y, por lo tanto, la más parecida a las condiciones originales en las que prosperaba el árbol”, explica la académica.

Además, se está implementando una innovadora estrategia de “construcción de hábitat” para proteger a las jóvenes plántulas.

“Estamos creando un entorno que favorezca el crecimiento de las plantas. Para ello, estamos plantando otras especies que actúen como nodrizas, proporcionando sombra y protección al Toromiro, que naturalmente crecía bajo la sombra de árboles más grandes”, añade Gerding.

Esta técnica busca replicar las condiciones de protección que el Toromiro disfrutaba gracias a la presencia de palmeras nativas, hoy extintas en la isla. El regreso del Toromiro es un símbolo de esperanza y un paso crucial hacia la restauración del patrimonio natural y cultural de Rapa Nui.

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