Prevost: El Papa que Transformó Chiclayo

¡Chiclayo en el Corazón del Vaticano! El Papa León XIV y su Profundo Vínculo con Perú

La elección del Cardenal Robert Prevost como el nuevo Papa León XIV ha resonado con fuerza en Chiclayo, Perú, ciudad donde el religioso estadounidense forjó un lazo imborrable. ¿Qué hace tan especial esta conexión? Los chiclayanos recuerdan con cariño su cercanía, su compromiso y su estilo de liderazgo inclusivo.

Sonia Arteaga, secretaria técnica de la Mesa de Concertación para la Lucha Contra la Pobreza, describe el impacto de su llegada: “Fue un cambio total. Monseñor Prevost era muy cercano, participaba activamente. Se mostraba muy cercano a la gente”. Un contraste marcado con su predecesor y un reflejo del espíritu del Papa Francisco. Su compromiso con las comunidades y su cercanía dejaron una huella imborrable en los habitantes de esta ciudad, ubicada a 800 kilómetros de Lima.

Pero no solo su labor pastoral destaca. Quienes lo conocieron resaltan su disposición a escuchar y su genuino interés por las necesidades de la gente. Reservado, pero franco y directo, así lo describen. Arteaga recuerda: “Llegaba caminando a las reuniones, no necesitaba auto para todo. Esos gestos significaron un giro importante”. Gestos que evidenciaban un liderazgo cercano y comprometido.

El cariño es mutuo. En su primer mensaje tras ser elegido, el Papa León XIV envió un saludo especial a su “querida Diócesis de Chiclayo del Perú”, reconociendo la fe y el apoyo de su gente. Los medios peruanos y las redes sociales se han inundado de anécdotas sobre su paso por el país, desde su gusto por el tradicional desayuno chiclayano (jugo de papaya con frito) hasta sus villancicos navideños con jóvenes locales.

“Él salía al encuentro de las comunidades, los movimientos laicos, las parroquias”, recuerda Yolanda Díaz, de la Comisión de Movilidad Humana y Trata de Personas. “Quería llegar a los sectores más alejados”. Su enfoque inclusivo y su trato igualitario marcaron la diferencia. “Veíamos como un obispo se relacionaba con nosotros y lo hacía en igualdad… él no se inmutaba, ni exigía ni pedía un trato especial”, añade Díaz.

Prevost llegó a Perú en 1985, apenas tres años después de su ordenación, y experimentó de primera mano la dura realidad del conflicto con Sendero Luminoso. En 2017, opinó sobre el indulto a Alberto Fujimori, señalando que “sería más eficaz pedir perdón personalmente por algunas de las grandes injusticias que fueron cometidas”. Una muestra de su compromiso con la justicia y la verdad.

Tras ocupar cargos importantes en Chicago, regresó a Chiclayo como administrador apostólico en 2014, nacionalizándose peruano en 2015. Augusto Martínez Ibáñez, coordinador de la Comisión de Movilidad Humana, lo describe como “una persona muy humana, dialogante, preocupada por el dolor y el sufrimiento de los demás”. Un pastor con el perfil de Francisco: “No era un obispo de escritorio, era un obispo que caminaba”.

Su gestión se caracterizó por el apoyo a los laicos y el énfasis en la organización comunitaria. Ante la llegada masiva de inmigrantes venezolanos en 2018, Prevost creó albergues, comedores y programas de regularización migratoria. Luis Montenegro, de la Mesa de Concertación para la Lucha Contra la Pobreza, destaca su apoyo en un momento en que los venezolanos “estaban tan desacreditados”.

En plena pandemia, lideró una campaña exitosa para adquirir plantas de oxígeno, cruciales para la región. También estuvo presente en las zonas afectadas por las inundaciones de 2023, llevando ayuda a las comunidades andinas. Incluso, defendió el derecho a la protesta en medio de la crisis política que vivía el país.

Su paso por Perú no estuvo exento de controversias. Sectores ultraconservadores lo acusaron de encubrir abusos sexuales, acusaciones que el Vaticano negó rotundamente. En 2023, fue nombrado Prefecto del Dicasterio para los Obispos y Presidente de la Pontificia Comisión para América Latina, consolidando su influencia en el Vaticano.

Ahora, como Papa León XIV, su legado de cercanía, compromiso social y amor por el pueblo peruano resuena con fuerza. Como bromeó Montenegro: “¿Y cuándo va a ser Papa? Se rió como diciendo eso no es para mí. Él era así, muy sencillo. Eso es lo que atrae”.

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