Punta Peuco: Indultos a presos ancianos, ¿un debate que ignora a los reos comunes?
La polémica se enciende tras el anuncio del Presidente Boric sobre la transformación de Punta Peuco en un centro penitenciario común, rebautizado como Centro de Cumplimiento Penitenciario de Til Til, sumando 32 nuevas plazas a las 139 ya existentes. El candidato presidencial Johannes Kaiser ha avivado el fuego al sugerir el indulto para algunos reclusos de Punta Peuco, argumentando su avanzada edad y la necesidad de “cerrar el capítulo”.
“No puedes tener gente de 80 y 90 años pudriéndose en una cárcel”, declaró Kaiser, generando un debate sobre la justicia, la edad y el cumplimiento de las condenas.
Pero, ¿qué pasa con los otros ancianos tras las rejas? Según cifras de Gendarmería, en Chile hay 826 personas mayores de 70 años privadas de libertad, 60 de ellas superan los 85 años. ¿Se les ignora en este debate centrado en Punta Peuco?
El Instituto Nacional de Derechos Humanos (INDH) advierte que la edad no puede ser el único factor determinante. Antonia Urrejola, consejera del INDH, enfatiza la importancia de las Reglas Nelson Mandela, que establecen condiciones excepcionales para indultos en crímenes de lesa humanidad. Gravedad del delito, colaboración con la verdad, estado de salud, cumplimiento significativo de la condena, arrepentimiento y reparación a las víctimas son elementos cruciales.
Yerko Ljubetic, director del INDH, apoya las alternativas para personas en condiciones vulnerables, como cumplir condena en su domicilio. Sin embargo, recalca que delitos graves como violación, pedofilia u homicidios seriales deben ser un impedimento. “No puede eludirse la ponderación acerca de si han cumplido parte importante de su pena privados de libertad, porque si no se genera una sensación de impunidad que es inaceptable”.
El INDH critica un proyecto de ley en el Senado que solo considera la edad para la suspensión de penas, advirtiendo que podría beneficiar a criminales de lesa humanidad sin cumplir con los requisitos necesarios. “Se está tratando de beneficiar sin cumplirse las condiciones que se requieren a criminales de esa humanidad”, sentencian.
El debate sobre Punta Peuco y los indultos abre una interrogante mayor: ¿Cómo equilibramos la justicia, la humanidad y los derechos de todos los presos, especialmente aquellos que enfrentan la vejez tras las rejas? ¿Estamos olvidando a los ancianos encarcelados por delitos comunes en esta discusión polarizada? La respuesta, al parecer, es más compleja que un simple “sí” o “no”.
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