Perú en la encrucijada: Inseguridad paraliza el transporte público mientras la economía mira al futuro con optimismo
La creciente ola de criminalidad y extorsiones en Perú mantiene en estado de alerta a la población, especialmente a los conductores del transporte público. Amenazados y directamente afectados, los transportistas han convocado a un paro de actividades para este jueves, exigiendo medidas urgentes para frenar la inseguridad que azota las calles. La crisis es tal que el primer ministro, Gustavo Adrianzén, ha sido interpelado por el Parlamento, reflejando la preocupación nacional por la falta de seguridad ciudadana.
Mientras la inseguridad se cierne sobre el país, la economía peruana vislumbra un horizonte prometedor para 2025. En un aparente contraste con la realidad cotidiana, el ministro de Economía y Finanzas, José Antonio Salardi, anunció una ambiciosa cartera de proyectos valorada en US$70 mil millones. Estas inversiones estratégicas se enfocarán en sectores clave como saneamiento, salud, transporte, irrigación, hidrocarburos y educación, buscando impulsar el desarrollo y mejorar la calidad de vida de los peruanos. El país andino cuenta con una sólida trayectoria de más de dos décadas en asociaciones público-privadas, con 139 proyectos adjudicados por un valor de US$36.000 millones.
Estas declaraciones fueron realizadas por el ministro Salardi en el marco de la 12ª edición de PPP Américas, un evento de alto nivel organizado por el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) y el gobierno peruano. El objetivo principal de este encuentro es fomentar las asociaciones público-privadas (APP) en América Latina y el Caribe, buscando catalizar la inversión en infraestructura a nivel regional.
El evento cuenta con la participación de importantes figuras del BID, incluyendo al vicepresidente ejecutivo, Jordan Schwartz, el CEO de BID Invest, James Scriven, el gerente del sector de Infraestructura y Energía, Tomás Serebrisky, y el representante en Perú, Tomás Lopes-Texeira.
Durante la apertura del evento, Jordan Schwartz resaltó el potencial transformador de las APP: “Las asociaciones público-privadas son una herramienta poderosa para impulsar la inversión, generar empleo y mejorar la calidad de vida en América Latina y el Caribe. Cuando se estructuran correctamente, permiten ampliar el acceso a servicios esenciales como agua, energía, transporte, salud y educación, fortaleciendo el desarrollo económico y social de nuestros países”.
Según los expertos reunidos en PPP Américas, el desarrollo y mantenimiento de infraestructura bajo el modelo de asociación público-privada conlleva mejoras significativas en eficiencia e innovación, optimizando el uso de los recursos públicos y maximizando el impacto económico y social de los proyectos.
El BID ha demostrado su compromiso con el desarrollo de la región, apoyando más de 50 proyectos de APP en los últimos años, con un potencial de movilización de US$18.000 millones en inversión de alto impacto.
En 2024, el BID contribuyó al cierre financiero de US$2.950 millones en cinco proyectos clave de infraestructura, además de iniciar procesos de contratación por US$1.900 millones, modernizando los servicios de infraestructura en varios países de la región.
Entre 2020 y 2024, BID Invest impulsó una cartera de 25 proyectos de APP en la región, representando una inversión total de US$25.319 millones. La apuesta por la inversión público-privada se consolida como un pilar fundamental para el crecimiento y la modernización de la infraestructura en América Latina y el Caribe.
Deja una respuesta