Papa: Visita sorpresa a colegio de Ñuñoa en 2002

De Ñuñoa al Vaticano: El Papa León XIV y su inesperada conexión con Chile

La elección de Robert Prevost como el nuevo Papa León XIV ha resonado con fuerza en Chile, particularmente en la comunidad del Colegio San Agustín de Ñuñoa. Antes de asumir el liderazgo de la Iglesia Católica, Prevost dejó una huella imborrable durante una visita que realizó al colegio en octubre de 2002. Un recuerdo que hoy se viraliza y llena de orgullo a la institución.

En aquel entonces, Prevost, como prior general de la Orden de San Agustín, recorrió el mundo supervisando los colegios agustinos. Su llegada a Ñuñoa fue considerada “una visita ilustre”, según consta en el anuario escolar de la época, inmortalizada en fotografías que hoy reviven en las redes sociales.

Más allá de un simple recorrido, Prevost se involucró activamente con la comunidad educativa. Dirigió palabras inspiradoras a estudiantes de todos los niveles, desde párvulos que lo recibieron con bailes típicos, hasta profesores y personal administrativo con quienes compartió un desayuno. Enriqueta Figueroa, ex inspectora general, recuerda su carisma especial: “Era muy grato, tranquilo, apacible, y con un carisma muy especial”.

La conexión de León XIV con el Colegio San Agustín no terminó ahí. Tres años después, envió una carta a la comunidad, invitándolos a la “búsqueda de Dios” y a “imitar al Cristo pobre”, un llamado a la reflexión y renovación del servicio a la Iglesia. En la carta, también plasmó críticas a las posesiones, contrastando con el poder de las altas esferas de la Iglesia.

La noticia de su elección como Papa no pasó desapercibida. El Colegio San Agustín celebró el nombramiento en sus redes sociales, destacando su pertenencia a la orden agustina con la frase “Soy un hijo de San Agustín”. El centro de padres también expresó su gratitud, recordando su visita de 2002 y confiando en que su liderazgo traerá “luz y esperanza” a los fieles del mundo. La historia de Robert Prevost, ahora León XIV, es un testimonio de cómo un encuentro aparentemente ordinario puede resonar con fuerza en el futuro, uniendo a una comunidad chilena con el corazón del Vaticano.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos requeridos están marcados *