Papa León XIV: “Caminen conmigo” – Llamamiento a Cardenales

El Papa León XIV Lanza un Llamado Urgente a la Evangelización: “La Fe No Es Para Débiles”

Papa León XIV en su primera misa

En su primera misa solemne en la Capilla Sixtina, el recién elegido Papa León XIV no se anduvo con rodeos. Ante los 133 cardenales que lo eligieron tras el cónclave, el pontífice clamó contra la creciente percepción de que “la fe cristiana se considera un absurdo, algo para personas débiles y poco inteligentes”. Un mensaje contundente que marca el inicio de su papado.

Con una homilía centrada en la revitalización de la misión evangelizadora de la Iglesia, León XIV urgió a “anunciar el Evangelio donde se ridiculiza a quien cree, se le obstaculiza y desprecia”. Un desafío directo a la indiferencia y el escarnio que, según el Papa, enfrenta la fe en el mundo actual.

Robert Francis Prevost, el primer Papa estadounidense, inició la ceremonia en inglés, dirigiéndose a los cardenales con un mensaje personal y directo: “Me han llamado para llevar una cruz y para ser bendecido con esta misión y quiero que ustedes caminen conmigo porque somos Iglesia, una comunidad que debe anunciar la Buena Nueva”. Un llamado a la unidad y al compromiso compartido en la tarea de difundir el Evangelio.

Continuando en italiano, León XIV lamentó que muchos busquen seguridad en “la tecnología, el dinero, el éxito, el poder o el placer” en lugar de la fe. Denunció los ambientes donde se “ridiculiza a quien cree”, señalando las consecuencias devastadoras de la falta de fe: “la pérdida del sentido de la vida, el olvido de la misericordia, la violación de la dignidad de la persona… la crisis de la familia”.

El Papa también criticó la visión reduccionista de Jesús como “una especie de líder carismático o a un superhombre”, una percepción que, según él, lleva a muchos bautizados a vivir “un ateísmo de hecho”.

León XIV invocó las enseñanzas del Papa Francisco, instando a los cardenales a dar “testimonio de la fe gozosa en Jesús Salvador”. Subrayó la importancia de la relación personal con Cristo y el compromiso con la conversión diaria, así como la necesidad de vivir la pertenencia al Señor en comunidad y llevar la Buena Nueva a todos.

El Papa concluyó su homilía expresando su deseo de “hacerse pequeño” para que Dios “sea conocido y glorificado”, dedicando su pontificado a asegurar que nadie pierda la oportunidad de conocer y amar a Dios. Un mensaje de humildad y servicio que define las prioridades de León XIV para la Iglesia en el siglo XXI.

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