¿El Fin del Progreso? La Sombra de Hegel se Alarga Sobre el 2025
[Imagen: (La misma imagen proporcionada en el texto original)]
G.W.F. Hegel, el titán de la filosofía de la historia, sigue resonando en pleno siglo XXI. Su visión de un progreso inevitable, impulsado por conflictos dialécticos hacia un glorioso “Fin de la Historia”, ha alimentado durante siglos la creencia en un futuro mejor para la humanidad. Pero, ¿y si Hegel se equivocó? ¿Y si el progreso, esa idea tan arraigada, no es una línea recta ascendente, sino un camino tortuoso con retrocesos inesperados?
Desde la muerte de Hegel en 1831, la historia se ha encargado de desmentir una y otra vez la idea de un progreso constante e inquebrantable. Sin embargo, la fe en un futuro mejor, impulsado por la tecnología y la innovación, persiste. Pero, ¿estamos ciegos ante las señales que nos advierten de un posible declive?
El año 2025 se vislumbra como un punto de inflexión. En lugar de un avance hacia la utopía, se avecina una posible regresión: incertidumbre, angustia, ignorancia y, lo que es peor, la sombra de la guerra. La brecha entre los privilegiados, que sueñan con colonias espaciales, y el resto de la humanidad se ensancha. Incluso, resurgen ideas eugenésicas, promoviendo la supervivencia de “los más aptos”. ¿Estamos condenados a repetir los errores del pasado? ¿Hay tiempo para evitar un futuro distópico?
En el ámbito de la salud pública, la situación es alarmante. Se cuestionan las vacunas, se debilitan las organizaciones de investigación, se atacan los esfuerzos de colaboración internacional y se suspenden ayudas cruciales para combatir pandemias como el SIDA y la Tuberculosis. La desinformación y la politización de la ciencia amenazan décadas de progreso en la prevención de enfermedades. Esta campaña anti-inmunización ya está impactando negativamente en la lucha contra el Covid-19, una pandemia que se cobró la vida de millones de personas.
Además, una creciente guerra comercial, el fin del multilateralismo y la violación de tratados internacionales amenazan con encarecer los medicamentos, el equipamiento médico y la inversión en infraestructura. Esto plantea serias dudas sobre la capacidad de mantener programas esenciales en países como el nuestro.
La supervivencia de la humanidad siempre ha pendido de un hilo, amenazada por la autodestrucción. Cada vida importa, cada persona merece respeto e igualdad. Ignorar el sufrimiento ajeno nos lleva a cuestionar nuestra propia humanidad: ¿Somos realmente responsables los unos de los otros? La historia nos demuestra que sí, que aquellos que han defendido la dignidad humana son los verdaderos constructores de un mundo mejor. Aún hay tiempo para cambiar el rumbo.
Por Jaime Mañalich, Médico
Palabras clave: Hegel, Fin de la Historia, Progreso, 2025, Salud Pública, Vacunas, Pandemia, Guerra Comercial, Futuro, Distopía, Eugenésica, Jaime Mañalich, Chile.
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