El fútbol sudamericano está de luto. Haílton Corrêa de Arruda, el legendario “Manga”, exportero brasileño e ídolo indiscutible de Botafogo y Nacional de Montevideo, ha fallecido a los 88 años. La noticia fue confirmada este martes por el club carioca, dejando un vacío inmenso en el mundo del deporte rey.
“Con profunda tristeza comunicamos el fallecimiento de Haílton Corrêa de Arruda, nuestro inolvidable arquero e ídolo, Manga”, anunció el Botafogo en sus redes sociales, refiriéndose al deceso ocurrido en el Hospital Rio Barra. La partida de Manga marca el fin de una era para los amantes del fútbol.
Considerado por muchos como uno de los mejores porteros que jamás hayan pisado un campo de juego en Sudamérica, Manga defendió con garra y talento la portería de la selección brasileña en el Mundial de Inglaterra 1966. En aquel torneo, la “Canarinha”, liderada por el astro Pelé, buscaba revalidar los títulos obtenidos en 1958 y 1962. El legado de Manga trasciende fronteras y generaciones.
Si bien Botafogo no ha especificado la causa de su muerte, el portal deportivo Global Esporte informa que Manga luchaba contra un cáncer de próstata. Su batalla contra la enfermedad no empaña su brillante trayectoria, que lo consagró como un verdadero mito del fútbol.
La figura de Manga está intrínsecamente ligada al Botafogo, club al que defendió con pasión entre 1959 y 1968. Formó parte de una generación dorada que conquistó cuatro campeonatos cariocas, dejando una huella imborrable en la historia del “Fogão”.
“Manga deja tras de sí un historial de atajadas memorables y un inmenso amor por el Botafogo”, expresó el club, resumiendo el sentimiento de miles de aficionados que lo idolatran. Su nombre será sinónimo de valentía, entrega y calidad bajo los tres palos.
Pero su leyenda no se limita a Brasil. Manga también dejó una marca imborrable en el Nacional de Montevideo, donde alcanzó la gloria al levantar la Copa Libertadores y la Copa Intercontinental en 1971, además de sumar varios títulos de Liga a su palmarés. Su paso por Uruguay lo consolidó como un ícono continental.
Nacido en Recife, Manga inició su carrera en el Sport Recife. Tras su exitoso paso por Botafogo y Nacional, continuó su trayectoria en el Internacional de Porto Alegre, donde conquistó dos títulos de Liga brasileña (1975 y 1976), Operário-MS, Coritiba y Gremio. Su versatilidad y talento lo llevaron a triunfar en diversos clubes.
El ocaso de su carrera lo encontró en Ecuador, defendiendo los colores del Barcelona de Guayaquil. Allí, en los albores de la década de los 80, Manga se coronó campeón nacional en 1981, poniendo fin a una trayectoria plagada de éxitos y reconocimientos. El mundo del fútbol despide a una leyenda, un portero que marcó una época y cuyo legado perdurará por siempre.
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