El Cónclave Decide: ¿Qué Papa Emergerá Tras Francisco?
Con las puertas cerradas y el mundo exterior silenciado, los cardenales iniciaron el trascendental cónclave que definirá al próximo líder de la Iglesia Católica, tras el fallecimiento del Papa Francisco. La elección papal, más que un simple nombramiento, representa un punto crucial en la dirección futura de la Iglesia.
Previo al cónclave, el Colegio Cardenalicio celebró su última congregación preparatoria en Roma, con la participación de 173 cardenales, incluyendo 130 electores. En el centro del debate: las reformas impulsadas por el Papa Francisco y la necesidad de continuarlas.
Los cardenales abordaron temas cruciales como la legislación sobre abusos, las finanzas vaticanas, la reforma de la Curia Romana, la sinodalidad, la promoción de la paz y el cuidado del medio ambiente. Se hizo hincapié en la comunión, buscando un sucesor que sea un constructor de puentes, un pastor cercano, un maestro para la humanidad y un reflejo de la Iglesia como un “samaritano”.
Estos desafíos definen el perfil del próximo Papa, según expertos vaticanistas.
Austen Ivereigh, biógrafo del Papa Francisco, señala que las finanzas del Vaticano serán un tema prioritario. Más allá de la corrupción, la preocupación se centra en la sostenibilidad financiera a largo plazo, incluyendo la capacidad de pagar las pensiones.
Otro aspecto clave es la “colegialidad”, es decir, la relación entre el Papa, los cardenales y los obispos. Se ha expresado la necesidad de mayor tiempo para que los cardenales se conozcan entre sí, dado que los consistorios papales no siempre han facilitado estas interacciones. Un pedido recurrente es la implementación de reuniones anuales del Colegio Cardenalicio, transformándolo en una suerte de “senado” que aconseje al Papa.
Sinodalidad y el Legado de Francisco: Desafíos Urgentes
La evangelización, legado clave de Francisco, y la sinodalidad, la implementación del “caminar juntos”, también son desafíos apremiantes. Algunos desean avanzar rápidamente, mientras que otros prefieren un enfoque más cauteloso.
José Manuel Vidal, vaticanista español, coincide en que el sucesor de Francisco debe continuar su legado de democratización y adaptación de la Iglesia a la sociedad actual. La sinodalidad debe permear todos los aspectos, desde la elección de curas y obispos hasta la figura del Papa. Vidal destaca la urgencia de abordar la moral social y sexual, así como la inclusión de la mujer en el sacerdocio.
La deuda histórica con las mujeres en la Iglesia es un tema central. Vidal critica la flagrante desigualdad y aboga por el acceso de las mujeres al diaconado, al sacerdocio y a todos los niveles de la jerarquía eclesiástica.
Además, el próximo Papa deberá mantener una moral social profética, defendiendo a los pobres y denunciando el “capitalismo salvaje”. En cuanto a la moral sexual, es crucial adaptarla al mundo actual para evitar que los jóvenes se alejen de la Iglesia.
Andrés Beltramo, corresponsal en Roma, enfatiza la importancia de un Papa “pastoral” que afronte los retos del futuro. Se busca un líder con voz internacional, capaz de dialogar con la sociedad contemporánea.
Francesco Antonio Grana, vaticanista italiano, subraya la necesidad de que el nuevo Papa continúe y consolide los procesos iniciados por Francisco, manteniendo el rumbo del “barco de Pedro”.
En definitiva, se espera un pastor que hable al corazón de la gente, que dialogue con los poderosos y que sea amado por su pueblo, recordando que el Papa es, ante todo, un obispo. La Iglesia espera ansiosamente el resultado de este cónclave, con la esperanza de un liderazgo que guíe a los fieles en estos tiempos desafiantes.
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