¡Habemus Papam! El mundo da la bienvenida a León XIV, el Papa con alma de científico
La Plaza de San Pedro vibró con la noticia: Robert Francis Prevost Martínez es el nuevo Papa. El Sumo Pontífice, ahora conocido como León XIV, asume el liderazgo de la Iglesia Católica como el Papa número 267 de la historia. Más de 50.000 personas le dieron una calurosa bienvenida.
Nacido en Chicago, León XIV es un ciudadano del mundo. Ha vivido en Perú y en el Vaticano, y posee tres pasaportes: estadounidense, peruano y vaticano. Un verdadero trotamundos al servicio de la fe.
¿Por qué León XIV? La elección de su nombre es un homenaje al legado de León XIII, quien guio a la Iglesia durante 25 años, entre 1878 y 1903, marcando una época.
Más allá de la sotana: El lado matemático y científico del Papa León XIV que sorprende al mundo
Pero la gran sorpresa es su formación académica. Antes de dedicarse por completo a la vida religiosa, León XIV obtuvo una licenciatura en Ciencias Matemáticas en 1977 en la Universidad de Villanova. ¡Un Papa con pasión por los números!
Su sed de conocimiento no se detuvo ahí. Continuó sus estudios en matemáticas y filosofía, antes de enfocarse en la teología. Completó una maestría en Divinidad y un doctorado en Derecho Canónico. Una mente brillante al servicio de la fe.
Además de su vasto conocimiento, el nuevo Papa es un políglota consumado. Domina inglés, español, francés, italiano y portugués, y posee conocimientos de latín y alemán. Un verdadero embajador de la comunicación.
Aunque no es común, la historia recuerda a otros Papas con inclinaciones científicas. Silvestre II, el “Papa del año 1000”, introdujo el sistema decimal islámico en Europa. Juan XXI estudió astronomía y matemáticas, y Nicolás V fue un impulsor de las ciencias matemáticas hace 600 años. ¿Seguirá León XIV sus pasos?
Deporte, lectura y amistad: El lado humano del Papa León XIV
Pero León XIV no es solo un intelectual. También es un hombre con aficiones y pasiones. Le encanta jugar al tenis, leer, disfrutar del aire libre y compartir momentos con sus amigos.
“Me gusta mucho leer, dar largos paseos, viajar, conocer sitios nuevos y disfrutar del campo”, confesó antes de ser nombrado cardenal.
Además, se considera un “tenista aficionado” y anhela volver a las canchas. Disfruta relajándose con amigos y aprendiendo de la diversidad de las personas que lo rodean.
“Tener la capacidad de desarrollar amistades auténticas en la vida es hermoso”, afirma. Un Papa cercano, humano y con una visión global del mundo.
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