El Mundo del Fútbol Llora: Fallece Leo Beenhakker, Leyenda del Banquillo a los 82 Años
El fútbol mundial está de luto. Hoy despedimos a Leo Beenhakker, el estratega neerlandés que trascendió fronteras y dejó una huella imborrable en cada club que dirigió. A los 82 años, Beenhakker nos dice adiós, pero su legado perdurará por siempre en la memoria de los aficionados al balompié.
Nacido en Rotterdam, Países Bajos, un 2 de agosto de 1942, la carrera de Beenhakker como jugador se vio truncada por una lesión. Sin embargo, este revés no lo detuvo; lo impulsó a convertirse en uno de los entrenadores más respetados y exitosos del mundo. Con solo 25 años ya poseía la licencia tipo A de entrenador en su país, dando inicio a una trayectoria brillante que lo llevaría a la cima del fútbol. Sus inicios fueron en el Ajax, en la temporada 1979-80, donde demostró su afinidad por la escuela de Rinus Michels y el “Fútbol Total”, logrando el título de la Eredivisie. Repitió la hazaña en su segunda etapa con el club de Ámsterdam, en la temporada 1989-90.
Pero fue en el Real Madrid donde Leo Beenhakker alcanzó la gloria. Llegó al club merengue en 1986 y lideró a la legendaria “Quinta del Buitre” – compuesta por estrellas como Emilio Butragueño, Manolo Sanchís, Michel González, Rafael Martín Vázquez, Paco Buyo, Berns Schuster y el mexicano Hugo Sánchez – a una era dorada. Bajo su batuta, el Real Madrid conquistó un histórico tricampeonato de LaLiga (1986-87, 1987-88 y 1988-89), dos Supercopas de España (1988 y 1989) y una Copa del Rey (1988-89). Su nombre quedó grabado con letras de oro en la historia del club blanco.
Además de su paso triunfal por Europa, Beenhakker también dejó su marca en el fútbol mexicano, dirigiendo al América en dos etapas (1994-1995 y 2003-2004). Aunque no logró títulos en tierras aztecas, su estilo de juego vistoso y ofensivo cautivó a la afición. Se recuerda especialmente su etapa cuando el club fichó a Reinaldo Navia. “Me encuentro muy contento con los refuerzos en el ataque y creo que serán una buena dupla (Navia y Ariel González, otro refuerzo de la época) para solucionar el problema de gol que tuvimos la temporada pasada”, declaró el DT en su momento.
Leo Beenhakker también fue un trotamundos de las selecciones nacionales. Dirigió a su país natal, Países Bajos, en el Mundial de Italia 1990, alcanzando los octavos de final. Pero quizás su mayor hazaña a nivel de selecciones fue clasificar a Trinidad y Tobago a su primer Mundial en Alemania 2006, un hito histórico para el pequeño país caribeño. También tuvo pasos por los banquillos de Arabia Saudita y Polonia, demostrando su capacidad para adaptarse a diferentes culturas y estilos de juego.
Hoy, el mundo del fútbol despide a un grande. Un hombre que, con su sabiduría, pasión y dedicación, dejó una huella imborrable en la historia de este deporte. Descansa en paz, Leo Beenhakker. Tu legado vivirá por siempre.
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