“Adolescencia” de Netflix: El Drama que Impactó al Primer Ministro y Desató el Debate sobre la Masculinidad Tóxica
La serie de Netflix, “Adolescencia”, ha generado un revuelo global al abordar la cruda realidad de un joven de 13 años acusado de un crimen impactante: el apuñalamiento de una compañera de clase. El impacto de la serie fue tal que incluso llegó a oídos del mismísimo Primer Ministro del Reino Unido, Keir Starmer, quien la mencionó en un discurso ante el Parlamento.
“En casa, vemos Adolescencia. Tengo un chico de 16 años y una chica de 14, y es un drama muy bueno”, declaró Starmer. “Esta violencia ejercida por hombres jóvenes, influenciada por lo que ven en línea, es un verdadero problema. Es abominable y tenemos que abordarla”. Estas palabras resonaron con fuerza, demostrando el poder de la serie para iniciar conversaciones cruciales.
Invitados por Starmer, los productores de “Adolescencia” fueron recibidos en Downing Street para discutir estrategias de protección infantil. El Primer Ministro respaldó públicamente la iniciativa de Netflix de ofrecer la serie de forma gratuita a las escuelas secundarias de todo el Reino Unido, buscando así alcanzar a la mayor cantidad posible de jóvenes.
El éxito de “Adolescencia” radica en su valiente exploración de temas como la masculinidad tóxica y la peligrosa cultura de las comunidades *incel* en internet. Estos grupos, formados por hombres que se consideran “célibes involuntarios” debido a la exclusión social o la discriminación, a menudo alimentan un resentimiento hacia las mujeres y lamentan una supuesta decadencia de la imagen masculina.
Expertos como Jacob Johanssen, de la St. Mary’s University de Londres, señalan que estas comunidades online crean sus propios códigos y lenguajes, utilizando memes, videos y podcasts para difundir mensajes misóginos que se solapan con la cultura de los videojuegos y el fitness online.
Los *incels* suelen albergar un profundo resentimiento hacia las mujeres y otros hombres sexualmente activos, culpando a las mujeres por su falta de éxito social y romántico. En casos extremos, esta ideología puede derivar en la justificación de la agresión sexual, la violación o la desfiguración.
A pesar de su naturaleza misógina, estas comunidades también funcionan como grupos de apoyo donde se expresan sentimientos de alienación y soledad. Sin embargo, en lugar de reflexionar sobre estos problemas, la misoginia se refuerza, creando un ciclo destructivo.
Un dato alarmante revelado por una encuesta de Ipsos es que el 59% de los hombres de la Generación Z creen que la igualdad de derechos para las mujeres “ha llegado lo suficientemente lejos”. Este dato, junto con la creciente creencia entre los jóvenes de que un hombre que se queda en casa para cuidar a sus hijos es “menos hombre”, evidencian la necesidad urgente de abordar estas problemáticas.
Si bien los principios de la cultura *incel* se mantienen, existen diferencias a nivel global. En Brasil, por ejemplo, estos grupos son no solo racistas, sino también antipatriotas, mientras que en Estados Unidos el movimiento es más nacionalista. En Japón, se ha detectado un comportamiento agresivo llamado *butsukari otoko*, donde hombres chocan deliberadamente contra mujeres en estaciones de tren. En España, académicos han denunciado que estudiantes universitarios conservadores interrumpen clases sobre igualdad de género con gritos e insultos.
“Adolescencia” se ha convertido en un fenómeno global, acumulando millones de visualizaciones en Netflix y generando un intenso debate sobre la manósfera, un conjunto de sitios web, blogs y foros donde se promueve la masculinidad tóxica, la misoginia y la oposición al feminismo.
Jamie Cohen, investigador en estudios culturales, destaca la precisión con la que la serie retrata esta problemática: “Llevo una década investigando el extremismo de extrema derecha, especialmente en la manósfera. Y, por desgracia, todo lo que ocurre hoy es algo que preveía que ocurriría alrededor de 2017. Y esta serie en particular es la más acertada al respecto”.
Una de las teorías más difundidas en la manósfera es la del “80-20”, que afirma que el 80% de las mujeres solo buscan al 20% de los hombres más atractivos, culpando a las mujeres por la falta de éxito romántico de los *incels*.
La serie también expone la influencia de figuras como Andrew Tate, un influencer británico-estadounidense conocido por sus opiniones misóginas y su promoción de la masculinidad tradicional. Tate, que cree que las mujeres deben pertenecer a los hombres y asumir la responsabilidad de sus propias agresiones sexuales, es considerado el “rey de la manósfera”.
Cohen describe a Tate como un “influencer del ajetreo” que disfraza la misoginia y la radicalización en la cultura del éxito, influyendo a otros influencers. Esta figura ha creado la idea de que el éxito económico está vinculado al éxito sexual y romántico, considerando a las mujeres como una propiedad.
El contenido de Tate se hizo viral en TikTok, y se le ha vinculado con la radicalización de hombres violentos contra mujeres. Su influencia es innegable y alarmante.
Cohen concluye que la manósfera y la política están intrínsecamente ligadas, especialmente desde la presidencia de Trump, cuando la misoginia se arraigó durante el odio hacia Hillary Clinton y Kamala Harris. Hoy, la manósfera es un fenómeno político con consecuencias reales y peligrosas.
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