
China y Estados Unidos Retoman el Diálogo en Suiza: ¿Luz al Final del Túnel en la Guerra Comercial?
Este sábado marcaron el inicio de cruciales conversaciones sobre aranceles entre China y Estados Unidos, un encuentro que podría significar un punto de inflexión en la tensa relación comercial entre las dos potencias. La reunión, celebrada en la neutral Suiza, se produce en medio de la ofensiva comercial que EE.UU. impuso en abril, afectando a 185 países.
La residencia del embajador suizo, Jürg Lauber, en Ginebra, fue el escenario donde el Secretario del Tesoro de Estados Unidos, Scott Bessent, y el Viceprimer Ministro chino, He Lifeng, se sentaron a la mesa para buscar soluciones a un conflicto que ha mantenido en vilo a los mercados financieros globales. Jamieson Greer, representante de Comercio de EE.UU., también formó parte de la delegación estadounidense.
En la víspera de la reunión, el expresidente Donald Trump insinuó la posibilidad de reducir los aranceles a los productos chinos hasta un 80%. “¡80% de aranceles a China parece correcto! (…) depende de Scott B.”, publicó Trump en su red social Truth Social. De concretarse, esta medida representaría un recorte significativo de las tarifas aduaneras, que actualmente rondan el 145%.
La directora general de la Organización Mundial del Comercio (OMC), Ngozi Okonjo-Iweala, calificó las conversaciones como un “paso positivo y constructivo hacia la desescalada”. La presidenta suiza, Karin Keller-Sutter, con un toque de humor, expresó su esperanza de que, tras la elección del Papa León XIV, “el Espíritu Santo viaje a Ginebra este fin de semana”, aludiendo a la importancia de un acuerdo.
Aunque los detalles de la reunión del sábado se mantienen en reserva, fuentes indican que las negociaciones se extendieron por más de 10 horas. Se espera que las conversaciones arancelarias se reanuden este domingo en la misma “Villa Saladin”, una finca del siglo XVIII, manteniendo la expectativa sobre posibles avances en la resolución de la disputa comercial. ¿Podrán las dos potencias encontrar un terreno común y aliviar la presión sobre la economía global? La respuesta, quizás, esté en las próximas horas.
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