Gisèle Pelicot: “No soy un icono, soy una mujer normal que se niega a ser juzgada en silencio”
Gisèle Pelicot, la valiente mujer que se atrevió a desafiar el silencio, ha ganado una nueva batalla legal contra el único de sus agresores que apeló la primera condena. Husamettin Dogan, quien se negaba a aceptar su culpabilidad en la violación de Pelicot, ha sido nuevamente declarado culpable y su pena ha sido endurecida.
Dogan, a diferencia de los otros 50 hombres que cometieron el mismo crimen y aceptaron su castigo hace un año, prolongó el calvario de la víctima con esta apelación. El Tribunal de Apelación de Nimes, en el sur de Francia, lo ha sentenciado a 10 años de prisión. Sus abogados han confirmado que no agotarán la última vía judicial, un recurso de casación, haciendo esta condena definitiva.
El camino judicial ha llegado a su fin para Pelicot, quien se muestra agradecida con el sistema judicial y con la sociedad francesa, que ha alzado su voz contra la sumisión química y la violencia sexual. Su valentía al abrir las puertas del juicio, incluso ante la dolorosa evidencia en video, generó una ola de apoyo internacional.
Su abogado, Stéphane Babonneau, elogió su fortaleza: “Ha sufrido durante cinco años, hemos visto su cuerpo abusado, pero usted no ha perdido ni la dignidad ni la humanidad, sino su consciencia. Quienes han perdido la dignidad son sus violadores”. Pelicot se ha comprometido a seguir luchando contra la sumisión química.
Tras años de pesadilla, Pelicot busca reconstruir su vida. En 2020, descubrió que su exmarido, Dominique Pelicot, el hombre que la acompañó durante tanto tiempo y padre de sus tres hijos, era el responsable de su sufrimiento. Entre 2011 y 2020, la violó sistemáticamente, drogándola e invitando a otros hombres a abusar de ella.
Ahora, Gisèle Pelicot mira hacia el futuro. El 17 de febrero de 2026, se publicarán sus memorias, tituladas “Un himno a la vida”. Un relato de reconstrucción después de la devastación. “No sé si mi vida durará suficiente para entender todo lo que me ha ocurrido”, confesó hace un año. A pesar de ello, ya entonces envió un mensaje a otras víctimas: “Gracias a todos ustedes tengo fuerzas para llevar esta lucha hasta el final. Esta lucha que dedico a todas las personas, mujeres y hombres que en el mundo son víctimas de violencia sexual. A todas esas víctimas, quiero decir hoy, miren a su alrededor; no están solos”.
En la sala del tribunal, Pelicot se despidió de su último violador, exigiéndole que reconociera sus actos. “Cuando uno es violador, lo es. Y para toda la vida”, le dijo, mirándolo a los ojos.
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