Gisèle Pelicot: “No soy un icono, soy una mujer que se niega al silencio”
Gisèle Pelicot, la voz que Francia escuchó, ha ganado una batalla crucial en su incansable lucha por la justicia. En un nuevo capítulo de esta dura travesía, el único de sus agresores que apeló su condena inicial ha sido nuevamente declarado culpable, y su pena, esta vez, ha sido incrementada.
Husamettin Dogan, el hombre que se negó a admitir su crimen, fue sentenciado por el Tribunal de Apelación de Nimes, en el sur de Francia, a 10 años de prisión por la violación de Gisèle Pelicot. A diferencia de los otros 50 hombres implicados, quienes aceptaron su castigo hace un año, Dogan prolongó el sufrimiento de la víctima con una apelación que ahora ha resultado en una condena más severa. Sus abogados han confirmado que no recurrirán a la última instancia judicial.
Esta victoria judicial marca el fin de un largo y doloroso proceso para Pelicot, quien ha expresado su gratitud hacia el sistema judicial y, especialmente, hacia la sociedad francesa, que ha manifestado un firme rechazo a la sumisión química, el método utilizado para violentarla.
La valentía de Gisèle al permitir que se conocieran los detalles de su caso, incluso los videos de las agresiones, generó una ola de apoyo internacional. Su abogado, Stéphane Babonneau, le reconoció: “Usted ha sufrido durante cinco años, vemos su cuerpo abusado, pero usted no ha perdido ni la dignidad ni humanidad, sino su consciencia. Quienes han perdido la dignidad son sus violadores”. Su lucha contra la sumisión química continúa siendo un faro para otras víctimas.
[Imagen de Husamettin Dogan en el Tribunal de Apelación de Nimes. Crédito: EFE]
*El apoyo social y la lucha contra la sumisión química*
La condena social en Francia ha sido fundamental en este caso, marcando un antes y un después en la lucha contra los crímenes de sumisión química. La valentía de Gisèle Pelicot al abrir las puertas del juicio despertó una ola de apoyo internacional, trascendiendo fronteras y barreras idiomáticas. Su gesto inspirador le valió el reconocimiento y la admiración de muchos.
[Imagen de Gisele Pelicot, su hijo Florian Pelicot y su abogado Stéphane Babonneau en el tribunal penal de Gard, en Nimes. Crédito: EFE]
*Reconstrucción y mensaje a otras víctimas*
Ahora, Gisèle busca reconstruir su vida tras el horroroso descubrimiento en 2020 de que su exmarido, Dominique Pelicot, el hombre que aparentemente siempre la apoyó, era en realidad su principal agresor. Durante años, desde 2011, la drogó y violó sistemáticamente, incluso invitando a otros a participar en estos actos atroces.
El 17 de febrero de 2026, sus memorias, tituladas “Un himno a la vida”, serán publicadas a nivel mundial. Un testimonio de resiliencia y esperanza tras la devastación. “No sé si mi vida durará suficiente para entender todo lo que me ha ocurrido”, confesó hace un año. A pesar de ello, dirigió un poderoso mensaje a otras víctimas: “Gracias a todos ustedes tengo fuerzas para llevar esta lucha hasta el final. Esta lucha que dedico a todas las personas, mujeres y hombres que en el mundo son víctimas de violencia sexual. A todas esas víctimas, quiero decir hoy, miren a su alrededor; no están solos”.
[Imagen de Gisele Pelicot, acompañada de su hijo Florian Pelicot, saliendo del tribunal penal de Gard, en Nimes, Francia. Crédito: EFE]
En su despedida final de su último violador, Gisèle Pelicot le exigió que reconociera sus actos, afirmando con firmeza: “Cuando uno es violador, lo es. Y para toda la vida”. Una declaración contundente que resuena como un grito de esperanza y justicia para todas las víctimas de violencia sexual.
Keywords: Gisèle Pelicot, violación, sumisión química, justicia, Francia, Husamettin Dogan, violencia sexual, víctimas, apoyo social, reconstrucción, Un himno a la vida.












Deja una respuesta