El Secreto Familiar Mejor Guardado: La Conexión Íntima de una Abogada Chilena con Gabriela Mistral
“Recuerdo haberme criado en mi primera infancia muy cercana a la familia Godoy… Una casa antigua, hermosísima, llena de olores y colores”. Así, entre recuerdos de dulce de membrillo y queso de cabra, la abogada Carmen Gloria Valladares Moyano evoca una niñez marcada por la presencia invisible de una figura legendaria: Gabriela Mistral.
Pero, ¿qué une a esta Secretaria Relatora del Tribunal Calificador de Elecciones (TRICEL), conocida por su rol crucial en la Convención Constitucional, con la primera latinoamericana en ganar el Premio Nobel de Literatura? La respuesta reside en un lazo familiar inesperado y profundo.
Mientras Chile se prepara para conmemorar los 80 años del Nobel de Mistral, Valladares revela que, en la intimidad de su hogar, la autora de “Tala” era simplemente Lucila, Gabriela, la pariente. “Siempre era un nombre recurrente en la familia, como el nombre de cualquiera de otros familiares”, confiesa.
Su conexión va más allá de la anécdota. “El vínculo que une a mi familia con Gabriela Mistral viene por ese lado”, explica Valladares. “Mi abuelo, Guillermo Moyano, fue primo hermano del padre de Gabriela Mistral. Es un vínculo efectivamente sanguíneo, muy profundo”. Una herencia que la impulsa a integrar la Comisión Asesora para la Conmemoración de este importante aniversario.
Pero la historia no termina ahí. Valladares también mantiene contacto con otros descendientes de la familia Godoy, dispersos entre Quillota y Huasco Bajo, unidos por “el cariño por Gabriela Mistral” que llevan en el ADN.
Nacida en Antofagasta, hija de maestros, Carmen Gloria Valladares destaca la faceta educativa de Mistral, “esa tremenda vocación de servir al otro, especialmente a los niños”. Una vocación que resuena con sus propios padres, ambos profesores dedicados a la enseñanza.
Su fascinación por Mistral floreció en la adolescencia, a través de la poesía y, especialmente, de su correspondencia. “Las cartas para mí son una de las obras más lindas de ella”, afirma, destacando la espontaneidad y la profundidad emocional que revelan.
Aunque tenía solo tres años cuando Mistral falleció, Valladares siente una conexión especial con la poeta, especialmente a través del amor que transmitía en sus cartas. Recuerda una anécdota particularmente conmovedora sobre un jazmín y un amor juvenil.
Pero la vida de Valladares está entrelazada con la historia literaria chilena de maneras aún más sorprendentes. Estuvo casada con el fallecido abogado Héctor Mason, quien, según ella, era sobrino nieto de otro gigante de las letras: Pablo Neruda.
Invitada por la Ministra de las Culturas, Carolina Arredondo, a formar parte de la Comisión Asesora, Valladares se siente honrada de contribuir a destacar la figura de Mistral como “una mujer absolutamente transversal en la sociedad”.
Ante la reciente polémica sobre la orientación sexual de Mistral, Valladares se muestra clara: “Yo no sé cuál era su orientación sexual, pero eso no me importa. Yo valoro a los seres humanos por su capacidad de entrega a la sociedad”.
Y sobre si Mistral es un ícono feminista, reflexiona: “Si uno lee su poesía, su prosa, se advierte que ella destaca que la mujer no solo debe estar al cuidado de sus hijos… sino que ella tiene un rol exterior que puede ser muy importante”.
Finalmente, Valladares expresa un deseo profundo: “Sería muy importante… que Gabriela Mistral pudiera llegar a la mayoría de las casas de los chilenos… Gabriela Mistral nos ha regalado alas a las mujeres y eso no lo podemos olvidar”. Una misión que, sin duda, esta orgullosa sobrina nieta está dispuesta a llevar adelante.
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