De Renegado del New Wave a Rey del Kitsch: La Historia Inesperada Detrás de las Fiestas Más Populares de Chile
¿Quién diría que un fanático del new wave y fundador de un club electrónico underground terminaría creando el imperio bailable más kitsch de Chile? Patricio Sánchez, el cerebro detrás de las legendarias fiestas Kitsch (sí, esas donde bailas Camilo Sesto como si no hubiera un mañana), tiene una historia que te sorprenderá. Prepárense para celebrar: ¡las fiestas Kitsch cumplen 25 años! Y su origen es tan peculiar como la fiesta misma.
Desde niño, Patricio se rebeló contra la música romántica que inundaba la radio de su madre. Pero el destino, como un DJ travieso, tenía otros planes. Una noche de copas y una petición inesperada a un DJ marcaron el inicio de una revolución musical que nadie vio venir. ¿El resultado? Un fenómeno que ha vendido cerca de medio millón de entradas y que este año celebra un cuarto de siglo de puro baile y nostalgia.
La semilla de esta locura se plantó en la infancia de Patricio, en La Florida. Un joven vecino le reveló el nombre de John Lennon, el guitarrista de “la mejor banda de la historia” asesinado trágicamente. Este evento lo cambió todo. Dejó el coro de la iglesia para montar shows de *playback* de The Beatles con una batería hecha de ollas y latas.
Los ochenta lo encontraron abrazando el new wave, vistiéndose de negro y renegando de los “melosos” Camilo Sesto y Miguel Bosé. Pero el universo tenía una ironía reservada.
Su pasión lo llevó a crear bandas, fundar el club El Astronauta y colaborar en el icónico Bal Le Duc. Esta experiencia fue su pasaporte a Blondie, la meca de la noche santiaguina. Allí conoció a Marino y Daniel Sánchez, figuras clave que lo impulsaron a crear sus propias fiestas: Melodark, Wild Boys y Underground, cada una con su propio sonido.
Pero fue la fiesta “Feel Different” la que encendió la chispa. La idea era simple: unir a todas las tribus urbanas en una misma pista de baile. Y en medio de la noche, entre Rafaella Carrà y la Sonora Palacios, ocurrió la magia. Góticos, punks y drag queens bailando juntos, unidos por la música que escuchaban de niños en casa.
El Nacimiento de la Kitsch: Del Odio al Himno
Patricio y el productor Daniel Fuentes le dieron forma a la idea. Inspirados por la definición del *kitsch* como la antítesis del arte, un fenómeno popular destinado a vender, crearon una fiesta sin complejos. Canciones “malas”, de “baja reputación”, esas que todos despreciábamos y que nos recordaban a nuestras madres, se convirtieron en el alma de la fiesta.
El primer afiche, con Rafaella Carrà rodeada de corazones, causó desconcierto en Blondie. Pero el éxito fue innegable. Tras la partida de Fuentes, Patricio sumó a René de la Vega, un ex galán de la canción, dándole un toque aún más teatral y pop a la experiencia.
Desde entonces, las fiestas Kitsch se convirtieron en un desfile de artistas invitados: Cecilia, el Pollo Fuentes, Yuri, Los Viking 5, el elenco de Cachureos… ¡Incluso Rikishi, la estrella de la lucha libre, se cruzó con el “Guatón de la Fruta”!
El fenómeno creció tanto que Patricio lanzó un disco de oro, “Música para Encerar”, con esas mismas canciones que antes detestaba.
25 Años de Kitsch: La Celebración
Este 2025, las fiestas Kitsch celebran 25 años de historia. Con cerca de 500 ediciones y medio millón de entradas vendidas, la fiesta sigue más viva que nunca. La celebración oficial será en julio, en Blondie, con invitados de lujo como Luis Jara.
Pero más allá de los artistas, lo que destaca es la capacidad de la Kitsch para reinventarse y resistir el paso del tiempo. Incluso el reguetón, antes impensable en Blondie, sonará en la fiesta, demostrando que la nostalgia no tiene límites.
Patricio prepara un libro sobre la historia de la fiesta y un musical titulado “Caliente Caliente”. Pero su recuerdo más preciado son los años en que su madre lo acompañaba a bailar. Ella, sin saberlo, fue la verdadera inspiración de esta fiesta que celebra la música que nos une a nuestras raíces.
“Mi mamá bailó en mi fiesta hasta los 76 años”, recuerda Patricio. “La Kitsch es en parte de mi mamá. Todo esto viene de la madre. La cultura materna. A esta fiesta mucha gente viene con sus mamás, y eso es lo más maravilloso. La música se hereda”.
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