“El Performer”: Gonzalo Valenzuela regresa al teatro con un monólogo marcado por la polémica y la amistad.
En 2019, una llamada telefónica sellaría el destino de un proyecto teatral cargado de significado y controversia. Roberto Farías, reconocido por su provocador monólogo “Acceso”, recibió el llamado de Gonzalo Valenzuela, un actor con sed de nuevos desafíos. Su amistad, forjada bajo la dirección de Pablo Larraín, amigo de Valenzuela, daría a luz a “El Performer”.
“Él estaba muy inquieto y con mucha hambre de hacer algo teatral”, revela Farías sobre esa conversación inicial. Valenzuela anhelaba transformar en arte las cartas que había escrito a sus seres queridos fallecidos, incluyendo a sus padres, abuelos, su hermano Nano y su hijo Ringo.
La colaboración se extendió por meses, nutriéndose de ideas e inspiración. Farías propuso que el protagonista fuera un “performer”, evocando el espíritu transgresor de colectivos como las Yeguas del Apocalipsis. Ambos artistas concordaron en una puesta en escena minimalista, donde cada elemento visual y sonoro resonara con la última función de este hombre en escena.
“El Performer”, estrenada en una íntima función frente al Teatro Mori Bellavista, marca el regreso de Gonzalo Valenzuela a las tablas bajo la autoría y dirección de Roberto Farías. Este debut es, además, una revancha: el montaje original, previsto para 2020, fue cancelado tras una funa liderada por actrices nacionales.
En una entrevista reveladora, Farías profundiza en la creación de “El Performer” y el impacto de la funa.
Influencias y referentes: Lemebel, el teatro de resistencia y la bohemia under
Farías confiesa su profunda admiración por Pedro Lemebel y su colectivo, figuras clave del arte de resistencia en dictadura. “Para mí, las Yeguas del Apocalipsis son un gran referente”, afirma. También evoca a Juan Edmundo González, pionero del teatro callejero, y a “El Pocho”, un peluquero que le narraba las noches de peligro y libertad en las discotecas gay de la época.
“En ‘El Performer’ hay un reciclaje de todo eso”, explica Farías. “Rescato ese espíritu y lo instalo en este personaje del Gonzalo, El Performer, que se está muriendo y decide hacer su última performance antes de morir.”
La confianza en Valenzuela: “Puedo hacer actuar hasta a una piedra”
Farías defiende el talento de Gonzalo Valenzuela, afirmando que no se le ha dado el reconocimiento que merece. “Yo puedo hacer actuar hasta a una piedra”, asegura. “Hay que darle confianza a la gente, darle oportunidades. Moverla un poco. Tratar de probar diferentes colores, diferentes registros. Dirigir.”
El director enfatiza la importancia de respetar y cuidar al actor, creando un espacio de confianza donde pueda arriesgarse y explorar nuevos territorios. “No espero nada. No tengo expectativas. Para mí es un experimento, en donde se metieron a la juguera muchas cosas.”
El fantasma de la funa: una herida que aún duele
El camino de “El Performer” no ha sido fácil. En 2020, la obra fue cancelada tras una funa motivada por una denuncia de abuso sexual contra Roberto Farías, un caso que fue cerrado por falta de pruebas.
En los Premios Caleuche, Gonzalo Valenzuela sorprendió al público al recordar este episodio, denunciando amenazas y ataques cibernéticos. Farías, por su parte, confiesa que la intervención de Valenzuela lo dejó en shock.
“Lo que viví lo sé yo nomás”, reflexiona Farías sobre la funa. “Sé lo que significa ser cancelado, yo sé lo que significa el miedo de la gente de hablar contigo, de apoyarte. Sé lo que significan esas hordas, sé lo que significa todo ese espacio de extremo fanatismo, sin ningún tipo de amor, de cariño, de empatía.”
El director critica la cultura de la funa, comparándola con las prácticas de la dictadura. “Basta con que dijeran ‘ahí vive un comunista’ para que desaparecieran a la familia completa. Eso no puede volver a pasar.”
Un nuevo comienzo: “Terminemos esto”
Tras la polémica en los Caleuche, Valenzuela contactó a Farías para retomar el proyecto. “Dije: sí, tenemos todo el derecho a terminarlo”, recuerda Farías. “Me parece un buen cierre de círculo, para mí también, con respecto a mi vida, con respecto a muchas cosas desagradables e injustas que pasaron.”
Hoy, Roberto Farías se enfoca en su escuela de actuación y en vivir el presente. “No devuelvo la piedra que me tiraron con otra piedra”, afirma. “El único que se sigue destruyendo soy yo, y no quiero más.”
“El Performer” emerge como un testimonio de amistad, resiliencia y la búsqueda de redención a través del arte. Una obra que promete remover conciencias y desafiar los límites del teatro contemporáneo.
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