¿Ascenso profesional o crisis matrimonial? Catalina se enfrenta a la tormenta perfecta
Esta semana, Catalina se despide de su sesión de terapia con una mezcla agridulce: un logro profesional impresionante y una incertidumbre que carcome su matrimonio. Contra todo pronóstico y a pesar de las dudas de su jefe, Catalina ha conquistado al directorio de su empresa y será la nueva gerente general. Pero, ¿cómo celebrar este triunfo cuando la alegría no es compartida en casa?
La relación de Catalina con Ismael, su marido, está pendiendo de un hilo. ¿Será cierto, como dice el psicoanalista Luciano Lutereau, que “uno conoce verdaderamente al otro en el momento de la separación”? Mejor escuchemos la historia de Catalina directamente desde el diván.
“Crisis de los 40: Uno conoce verdaderamente al otro en el momento de la separación”
“Siempre me molestó que los hombres, cuando se frustran con nosotras, nos tildan de locas”, confiesa Catalina. En el trabajo, la semana fue un torbellino de emociones. Su jefe, de vacaciones con su nueva pareja, la felicitó a regañadientes por su ascenso. “Me tragué varios sapos y culebras, le puse corazones a sus fotos… y cuando el viernes llegué a casa con ganas de celebrar…” el silencio lo dice todo.
La reacción de Ismael ante la noticia fue decepcionante, una sonrisa vacía, casi forzada. ¿Cómo reaccionar cuando tu pareja, un instructor de yoga que ha renunciado al mundo material, parece indiferente a tu éxito profesional? “¡El desgraciado puede darse el gusto de hacer yoga y meditar todo el día sin trabajarle un peso a nadie gracias a mi pega!”, exclama Catalina, frustrada. ¿Está ella loca por valorar el éxito profesional y material? La pregunta queda flotando en el aire.
Pero la historia no termina ahí. Una cena familiar con sus padres y hermanos termina en un inesperado apoyo a Ismael. Para todos, Catalina tiene “demasiada suerte” de tener un marido tan sensible y comprensivo. Desesperada, Catalina busca consuelo en sus amigas, pero incluso ellas parecen sugerir que su adicción al trabajo podría estar afectando su relación.
En la soledad de la noche, Catalina encuentra refugio en sus hijas, quienes le aseguran que es “la mejor mamá del mundo”. Pero la tranquilidad es efímera. Un mensaje a su jefe, Fernando, la lleva a una acción que nunca pensó que cometería: revisar el teléfono de su marido. ¿Qué secretos encontrará? ¿Será el fin de su matrimonio?
La confrontación con Ismael es inevitable. Lágrimas, súplicas de perdón y la sombra de una posible infidelidad. Catalina se siente atrapada entre la pena y la rabia. ¿Será que Fernando, su jefe, es el único que realmente la entiende?
En medio del caos, Catalina decide enfocarse en sus prioridades: ser la mejor gerente general y la mejor madre. Ismael, por su parte, abandona el yoga y busca trabajo. ¿Será suficiente para salvar su matrimonio? ¿O es el principio del fin?
Para el psicoanalista Gabriel Rolón, el amor y el éxito pueden generar una falsa sensación de completitud. Pero, ¿por qué elegimos siempre mal? ¿Por qué nos aferramos a relaciones que nos lastiman? Las preguntas de Rolón resuenan con la experiencia de Catalina, una mujer que se enfrenta a la crisis de los 40 con la fuerza de una guerrera y la vulnerabilidad de un corazón roto.
Este relato continuará…
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