Caso Lancha Bruma: Abogado Desafía al Fiscal Nacional a Presentar Pruebas de “Pacto de Silencio”
En un giro inesperado en la investigación del presunto choque entre el buque Cobra, de la empresa Blumar, y la lancha Bruma en Coronel, Región del Biobío, el abogado Alejandro Espinoza, defensor de los tripulantes del Cobra, ha lanzado un fuerte emplazamiento al fiscal nacional Ángel Valencia. El llamado se produce tras las declaraciones del fiscal Valencia, quien sugirió la “posibilidad” de un “pacto de silencio” entre los involucrados.
El fiscal Valencia, en una entrevista con 24 Horas, señaló que las familias de los pescadores desaparecidos “hablan de esta manera, porque un accidente de esta naturaleza no podría a nadie sorprender… que un impacto de esa naturaleza (posible pacto de silencio) hubiese ocurrido”. Estas palabras han encendido la polémica y puesto en el centro de la controversia la teoría de un encubrimiento.
Ante estas acusaciones, el abogado Espinoza respondió con contundencia en un punto de prensa. “Si el fiscal nacional o cualquier otra autoridad tiene algún antecedente de un pacto de silencio, es gravísimo y tendrá que aportar los antecedentes a la investigación que sustenten aquellas afirmaciones”. Espinoza exige pruebas concretas que respalden la hipótesis del fiscal, calificándola de “temeraria” sin fundamentos sólidos.
¿Error Humano o Falla Técnica? La Incógnita de la Lancha No Detectada
El misterio se profundiza con las declaraciones de Espinoza sobre la lancha Bruma. Según el abogado, la embarcación siniestrada no fue detectada ni por el Cobra ni por “ninguno de los otros pesqueros de alta mar que operaban en la zona”. Además, afirma que no recibieron información sobre la posición del Bruma.
Basándose en información de Sernapesca, Espinoza reveló que “el Bruma estaba fondeado desde las 15.00 horas del día anterior”. Ante esta situación, el defensor plantea una hipótesis sorprendente: que la lancha pudo haber naufragado y colisionado con restos sumergidos, lo que explicaría por qué no fue detectada por los radares.
Espinoza enfatiza que la normativa exige que las embarcaciones fondeadas comuniquen su posición a las demás naves y a la autoridad marítima. “No tenemos nosotros y entendemos que ninguno de los otros buques, seña alguna que el Bruma haya dado su posición de fondeadero”, sentenció.
Formalización “Temeraria”: La Defensa Anticipa una Batalla Legal
Con sus representados imputados por el Ministerio Público, Espinoza advierte que una posible formalización de cargos sería “francamente temeraria” debido a la falta de pruebas contundentes.
“Una formalización o siquiera una imputación formal se tiene que basar en antecedentes”, argumenta el abogado. “Aquí no basta establecer de que hubo un abordaje entre hipotéticamente el Bruma y el Cobra, sino que para llegar a formalizar o imputar siquiera al capitán se tiene que establecer que aquí hubo una negligencia”. Espinoza insiste en que los equipos del Cobra, “los más modernos que existen en el mundo”, estaban operativos y en perfecto estado.
Supervisión Constante: El Cobra Siempre Estuvo Vigilado
El abogado Espinoza fue enfático al confirmar que el capitán del Cobra estuvo en la cabina de mando durante toda la noche del presunto incidente, acompañado por un piloto y dos vigías. “Siempre hubo en la cabina del Cobra cuatro personas a cargo de la navegación del buque. Nunca estuvo el Cobra navegando sin supervigilancia del capitán y el piloto”, aseguró.
La investigación sigue su curso, y las preguntas clave permanecen sin respuesta. ¿Realmente el Cobra chocó con la lancha Bruma? Si fue así, ¿por qué los avanzados radares no detectaron la embarcación? ¿Existió una falla en las medidas de seguridad de ambas naves? El caso continúa generando interrogantes y manteniendo en vilo a la comunidad marítima.
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