Ministro Elizalde Propone Audaz Idea para Preservar la Memoria Presidencial en Medio de la Polémica por la Casa de Allende
En medio del torbellino político generado por la fallida compra de la casa de Salvador Allende, que ya ha provocado la salida de figuras clave como la senadora Isabel Allende y la exministra Maya Fernández, el ministro del Interior, Álvaro Elizalde, sorprendió a la comisión investigadora en la Cámara Baja con una propuesta inusual: adquirir el departamento del expresidente Jorge Alessandri.
Elizalde, al comparecer ante la comisión, defendió la política de adquisición de viviendas de exmandatarios, argumentando su valor histórico y patrimonial. Citó ejemplos internacionales, como Estados Unidos, donde esta práctica es común. “Creo que podría plantearse para el Estado Chile adquirir el departamento del expresidente Jorge Alessandri, ubicado en calle Phillips, muy cerca de la Plaza de Armas,” afirmó, destacando la necesidad de “preservar esa memoria” de quienes han liderado democráticamente el país. El objetivo, según el ministro, es convertir estos espacios en museos accesibles para estudiantes y el público en general, permitiendo “interiorizarse de lo que fue la obra del presidente.”
Sin embargo, la sugerencia de Elizalde no fue recibida con entusiasmo por todos. El parlamentario republicano Luis Sánchez no tardó en expresar su incredulidad, calificando la idea de “tragicómica”. Con un tono entre la sorpresa y la ironía, Sánchez cuestionó la pertinencia de proponer la adquisición de otra propiedad perteneciente a un parlamentario, precisamente en una comisión investigadora que analiza la compra de una propiedad de un miembro del Congreso. “No es un lugar para reír, pero me parece francamente tragicómico,” sentenció.
Elizalde asistió a la comisión acompañado de Francisca Moya, jefa de la División Jurídico Legislativa de la Secretaría General de la Presidencia, quien también ha sido objeto de críticas por su rol en la frustrada operación inmobiliaria. El ministro aprovechó la ocasión para destacar a Moya como una “extraordinaria trabajadora”.
Más allá de la controversia, la propuesta de Elizalde abre un debate interesante sobre cómo Chile elige recordar y honrar a sus expresidentes, y si la adquisición de sus antiguas residencias es una forma efectiva de preservar su legado para las futuras generaciones. La comisión investigadora continuará analizando los detalles de la fallida compra de la casa de Allende, mientras la propuesta de Elizalde añade un nuevo elemento a la discusión sobre la memoria histórica y el patrimonio nacional.
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