Teratoma de Ovario: ¿Un Tumor “Monstruoso” que Roba Sueños de Maternidad?
El teratoma de ovario, un tipo de tumor que se origina en las células germinales (las encargadas de la información genética en los órganos reproductores), es conocido por su peculiar composición. A menudo, estos tumores contienen tejidos diversos, incluyendo fragmentos de cabello, huesos e incluso dientes. Esta extraña característica es la que le da su nombre: “teratoma” proviene del griego “teraton”, que significa “monstruo”.
Pero más allá de su curiosa naturaleza, la verdadera tragedia radica en el impacto que puede tener en la vida de las jóvenes pacientes. En muchos casos, el tratamiento de esta enfermedad implica la extirpación del ovario, lo que puede significar la imposibilidad de ser madre en el futuro. Una consecuencia devastadora que a menudo se pasa por alto.
“El Cáncer No Solo Me Quito Salud, Me Robó Parte de Mi Futuro”
Esta es la dolorosa realidad que enfrenta Karla Inostroza. Diagnosticada a los 9 años con un agresivo teratoma ovárico con metástasis pulmonar, Karla luchó contra el cáncer con el apoyo de la Fundación Nuestros Hijos. Hoy, a sus 27 años, es una exitosa ingeniera en informática y estudiante de magíster. Sin embargo, su victoria tiene un precio: la imposibilidad de concebir biológicamente.
“Me extirparon ambos ovarios. A los 9 años no entendía lo que significaba”, lamenta Karla. “Hoy, como adulta, sé que el cáncer no solo me quitó salud: me robó una parte de mi futuro”. En su tratamiento, la preservación de la fertilidad nunca fue una opción.
[Imagen de Karla Inostroza]
La Fundación Nuestros Hijos aboga por la inclusión de la salud reproductiva en los protocolos oncológicos pediátricos, incluyendo la congelación de óvulos.
Ricardo Pommer, especialista en medicina reproductiva y Past President de la Sociedad Chilena de Medicina Reproductiva (SOCMER), señala que, si bien la medicina reproductiva ha avanzado enormemente, la criopreservación de óvulos sigue siendo un tratamiento costoso, accesible solo a un grupo privilegiado. “Fonasa y las isapres solo financian algunos tratamientos de alta complejidad para mujeres que desean ser madres aquí y ahora, pero no existe financiamiento para mujeres que deseen congelar sus óvulos”, explica.
La presidenta de la Fundación Nuestros Hijos, Dra. Marcela Zubieta, enfatiza: “La medicina ha aprendido a salvar vidas, pero aún no se hace cargo de cómo vamos a vivir después de que nos salvan. Y eso incluye el derecho a decidir sobre la maternidad o paternidad”.
El Precio de la Supervivencia: Vivir con las Secuelas
Gracias a los avances médicos, cerca del 80% de los niños, niñas y adolescentes con cáncer en Chile sobreviven. Sin embargo, la rehabilitación no termina con la quimioterapia. Muchos enfrentan secuelas permanentes, incluyendo problemas reproductivos. La fertilidad sigue siendo un tema ausente en las políticas públicas y en la mayoría de los protocolos oncológicos del sistema público.
Karla, quien fue desahuciada dos veces, exige justicia y conciencia: “Nadie me preguntó si quería ser madre. No tenían por qué hacerlo a los 9 años. Pero hoy sí deberían asegurarse de que los niños, niñas y adolescentes tengan información y alternativas. Porque un diagnóstico no puede significar que alguien más decida por tu futuro”.
“Salvarnos no basta. También merecemos que nos devuelvan el futuro”, concluye Karla Inostroza.
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