Raymond Leo Burke: De “Papable” a Crítico del Nuevo Papa León XIV Tras el Cónclave
En la víspera de la elección papal, el Cardenal Raymond Leo Burke, figura prominente del ala conservadora de la Iglesia Católica, hizo un llamado ferviente a la oración. Burke solicitó una novena a la Virgen de Guadalupe, pidiendo que los cardenales electores “obedezcan humildemente la inspiración del Espíritu Santo” al elegir al nuevo líder de la Iglesia. ¿Buscaba insinuar su propio nombre para el puesto?
El Prefecto Emérito de la Signatura Apostólica, quien superó una grave enfermedad durante la pandemia (atribuyendo su recuperación a la intervención divina), había sido mencionado como posible sucesor. Su reputación como defensor de la ortodoxia lo catapultó a la lista de “papables”, aunque su relación con el fallecido Papa Francisco fue, cuando menos, tensa.
Sin embargo, el cónclave tomó un rumbo inesperado. En el segundo día de deliberaciones, los cardenales eligieron a Robert Prevost como el nuevo Papa León XIV, un religioso norteamericano con fuertes lazos con Latinoamérica (posee nacionalidad peruana) y, lo que es más significativo, una relación cercana con el Papa Francisco. Un resultado que, para muchos, representa una continuidad con el pontificado anterior y una clara señal para el futuro de la Iglesia.
Burke, conocido por ser uno de los críticos más directos de Francisco dentro del Vaticano, había desafiado públicamente algunas de las enseñanzas del Papa argentino. La tensión llegó a su punto álgido a finales de 2023, cuando Francisco ordenó su desalojo de su residencia vaticana y la suspensión de su salario.
Nacido en Wisconsin en 1948, Burke ha dedicado su vida al servicio religioso, siendo ordenado sacerdote por el Papa Pablo VI y obispo por Juan Pablo II. Fundó el Santuario de Nuestra Señora de Guadalupe en La Crosse, un lugar de peregrinación importante para los católicos conservadores.
Sus posturas firmes sobre temas como la comunión para divorciados vueltos a casar y la integración de minorías sexuales lo han convertido en una figura divisiva. Además, mostró su apoyo a Donald Trump, confiando en que el ex-presidente defendería los “valores de la Iglesia.”
Durante la pandemia, Burke se distinguió por sus opiniones sobre las vacunas, llegando a ser catalogado como “antivacunas”. En 2020, afirmó que la clave para combatir el contagio era una “buena relación con Jesús” y advirtió contra la imposición “totalitaria” de la vacunación. Incluso se hizo eco de teorías conspirativas sobre microchips insertados con las vacunas, alimentando la desinformación.
Tras la elección de León XIV, Burke emitió un mensaje a los fieles del Santuario de Nuestra Señora de Guadalupe, instándolos a orar por el nuevo Papa “para que Nuestro Señor, por intercesión de Nuestra Señora de Guadalupe… le conceda abundante sabiduría, fuerza y valentía”. Un gesto que, aunque formal, no logra ocultar la profunda brecha ideológica que existe entre el cardenal conservador y el nuevo líder de la Iglesia Católica. El futuro del papado y la influencia de figuras como Burke se vislumbran como temas clave en los próximos años.
Deja una respuesta