El Salvador: Bukele se lava las manos ante la deportación errónea de un salvadoreño desde EE.UU.
El presidente de El Salvador, Nayib Bukele, ha declarado que no tiene la facultad de revertir la deportación errónea de un ciudadano salvadoreño desde Estados Unidos, una afirmación que ha generado controversia tras su encuentro con Donald Trump en la Casa Blanca.
“¿Cómo voy a enviarlo de vuelta a Estados Unidos? ¿Como si lo estuviera metiendo clandestinamente?”, cuestionó Bukele, dejando claro que, en su opinión, no posee la autoridad para forzar el regreso del migrante.
Estas declaraciones se producen después de que el Departamento de Justicia de EE.UU. informara a un juez federal que no está obligado a repatriar a Kilmar Abrego García, un residente de Maryland que fue deportado a El Salvador a mediados de marzo y recluido en el polémico “Centro de Confinamiento del Terrorismo”. Esta deportación se produjo a pesar de existir una orden judicial que lo protegía.
Aunque la Corte Suprema de EE.UU. confirmó una orden judicial que instaba al gobierno a “facilitar y efectuar” su regreso, se argumenta que el término “efectuar” es ambiguo y podría exceder los límites de la autoridad judicial. La situación legal de Abrego García se ha convertido en un punto de fricción entre ambos países.
Trump había asegurado a la prensa que su administración traería de vuelta al hombre si así lo ordenaba el tribunal superior. Sin embargo, la administración dio un giro al argumentar en una presentación judicial que no está obligada a facilitar la salida de Abrego García de la prisión salvadoreña.
Stephen Miller, subjefe de gabinete de la Casa Blanca, insistió en que Abrego García podría ser deportado indefinidamente a cualquier país, a pesar de la orden judicial, argumentando que su estatus es el de un “extranjero ilegal”.
Un juez de inmigración había otorgado previamente a Abrego García un estatus de protección, reconociendo el riesgo de violencia de pandillas en El Salvador y permitiéndole trabajar en Estados Unidos. Su deportación ha generado interrogantes sobre el debido proceso y la protección de los derechos de los inmigrantes.
La administración Trump ha deportado a cientos de personas, principalmente venezolanos, a El Salvador bajo la Ley de Enemigos Extranjeros de 1798, incluyendo residentes con estatus legal. Los migrantes que El Salvador acepta de Estados Unidos son recluidos en una prisión de alta seguridad que, según sus críticos, comete abusos contra los derechos humanos.
La reunión entre Trump y Bukele en la Casa Blanca tuvo como objetivo discutir temas como la cooperación en seguridad y migración, la adopción de Bitcoin en El Salvador y los aranceles.
Trump elogió a Bukele por su gestión de la seguridad y la reducción de costos carcelarios. “Tenemos gente muy mala en esa prisión. Gente que nunca debería haber entrado a nuestro país… Y él es capaz de hacerlo”, afirmó.
Grupos de derechos humanos denuncian que Bukele ha encarcelado a miles de personas sin el debido proceso en su lucha contra las pandillas, acusaciones que él niega. Trump restó importancia a las preocupaciones sobre posibles violaciones de derechos humanos en la megaprisión.
El Departamento de Estado de EE.UU. recientemente mejoró su alerta de viaje para El Salvador, atribuyendo a Bukele la reducción de la actividad de pandillas y la delincuencia.
El secretario de Estado, Marco Rubio, elogió la alianza entre Trump y Bukele como “un ejemplo de seguridad y prosperidad en nuestro hemisferio”, tras la deportación de 10 presuntos pandilleros a El Salvador.
Abogados y familiares de los migrantes detenidos en El Salvador niegan su pertenencia a pandillas y cuestionan la falta de oportunidad para refutar las acusaciones del gobierno estadounidense. La administración Trump afirma haber investigado a los migrantes para confirmar su conexión con organizaciones como el Tren de Aragua y la MS-13, consideradas terroristas.
El mes pasado, tras una orden judicial que exigía el regreso a EE.UU. de los vuelos con inmigrantes procesados bajo la Ley de Enemigos Extranjeros, Bukele ironizó en redes sociales con un “uy… demasiado tarde”, junto a imágenes de personas siendo desembarcadas de un avión en la noche. La situación de los migrantes deportados y las tensiones entre las administraciones de EE.UU. y El Salvador continúan generando debate.
Deja una respuesta