
¡Alerta Roja Demográfica! ¿Por qué Chile Tiene Cada Vez Menos Hijos?
Chile se enfrenta a un cambio demográfico sin precedentes: la tasa de natalidad se ha desplomado. Si en 1980 las mujeres chilenas promediaban 2,74 hijos, las últimas Estadísticas Vitales del INE revelan un alarmante descenso a 1,16 hijos por mujer. ¿Qué está pasando y qué implicaciones tiene para el futuro del país?
Esta dramática caída sitúa a Chile por debajo del umbral de reemplazo poblacional, estimado en 2,1 hijos por mujer. Esto significa que, a largo plazo, la población chilena podría disminuir si la tendencia no se revierte.
Según Bárbara Gutiérrez, académica de la Escuela de Obstetricia y Neonatología de la UDP, una de las principales razones es el retraso en la maternidad. Las mujeres están priorizando su desarrollo profesional y personal antes de formar una familia.
Sin embargo, Gutiérrez advierte sobre el impacto de la edad en la fertilidad: “Antes de los 30 años, la probabilidad de embarazo es del 85%; a los 30, desciende al 75%, y después de los 40, solo un 40% de las mujeres logran concebir en el primer año.” La ciencia es clara: la fertilidad disminuye con la edad.
Ante este panorama, ha surgido un auge en los tratamientos de fertilidad. Las parejas que desean concebir recurren cada vez más a la ciencia para cumplir su sueño de ser padres.
El acceso a estos tratamientos varía según el sistema de salud. En el sector privado, los costos pueden superar los cinco millones de pesos, dependiendo de la cantidad de intentos.
Afortunadamente, el sistema público ofrece alternativas a través de Fonasa, con programas de fertilización asistida de baja y alta complejidad. La baja complejidad, conocida como inseminación artificial, introduce los espermatozoides en el útero durante la ovulación. La alta complejidad incluye la fertilización in vitro (FIV) o la inyección intracitoplasmática de espermatozoides (ICSI), técnicas que se realizan fuera del cuerpo de la madre.
Fonasa ofrece estos tratamientos tanto en establecimientos públicos como privados.
¿Cómo está Fonasa abordando esta situación? Los datos muestran que la utilización de los programas de fertilización asistida disminuyó durante la pandemia, pero se ha ido recuperando. Para los tratamientos de baja complejidad, la ejecución pasó del 27,4% en 2019 al 14,2% en 2024. En alta complejidad, la ocupación de cupos se recuperó notablemente, alcanzando el 70,8% en 2024.
| Programa MAI | Cupos | Ejecución 2019 | Ejecución 2020 | Ejecución 2021 | Ejecución 2022 | Ejecución 2023 | Ejecución 2024 |
| ——————– | —– | ————– | ————– | ————– | ————– | ————– | ————– |
| Baja complejidad | 2.858 | 27,4% | 6,1% | 8,9% | 12,2% | 15,2% | 14,2% |
| Alta Complejidad | 575 | 77,6% | 39,8% | 54,4% | 65,5% | 85% | 70,8% |
Fonasa ha tomado medidas para facilitar el acceso a estos beneficios, eliminando discriminaciones en los criterios de inclusión y actualizando los programas. Además, ha incorporado la Hormona Antimulleriana, que permite evaluar la fertilidad femenina.
Otra opción para los usuarios de Fonasa es acceder a tratamientos en el sistema privado a través de los Bonos PAD, que ofrecen un precio fijo y conocido para un paquete de prestaciones. La demanda de Bonos PAD para tratamientos de fertilización ha aumentado significativamente en los últimos años, lo que demuestra el creciente interés por acceder a estas opciones en el sector privado.
A pesar de los costos, los Bonos PAD pueden hacer que los tratamientos sean más accesibles. Por ejemplo, un proceso completo en una clínica privada podría costar $5.067.660, pero con los bonos, el precio se reduce a $2.923.800.
La caída de la tasa de natalidad en Chile es un tema complejo con múltiples factores. El retraso en la maternidad, las opciones de tratamiento disponibles y las políticas públicas juegan un papel crucial en esta dinámica. ¿Qué medidas se tomarán para revertir esta tendencia y asegurar el futuro demográfico de Chile?
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