Trump Cede Ante la Presión: Pausa Arancelaria Sacude los Mercados Globales
Después de una semana de sembrar el pánico en los mercados mundiales con sus aranceles de “día de la liberación”, Donald Trump dio marcha atrás. La medida, que impactaba a cerca de 175 países y amenazaba con paralizar el comercio internacional, fue suspendida tras comprender el enorme costo económico y político que implicaba. ¿Fue una decisión estratégica o una simple metedura de pata?
La sorpresiva decisión se anunció el miércoles, apenas trece horas después de la entrada en vigor de los aranceles. Se trata de una “pausa de 90 días” que ofrece a los países la oportunidad de negociar con Estados Unidos, brindando un respiro a los mercados. Sin embargo, hay una excepción importante: China, la segunda economía mundial, enfrentará un aumento del 125% en sus aranceles. ¿Acaso esto es el comienzo de una guerra comercial más profunda?
Antes de este giro inesperado, la opinión pública estadounidense sobre los aranceles de Trump estaba profundamente dividida. Una encuesta del *Wall Street Journal* reveló que los votantes republicanos apoyaban mayoritariamente los impuestos, mientras que los demócratas se oponían. El 77% de los republicanos creía que los aranceles impulsaban la creación de empleo, mientras que el 93% de los demócratas temía que aumentaran los precios y tuvieran un impacto negativo. ¿Refleja esta división la polarización política que vive el país?
A nivel nacional, el 54% de los encuestados rechazaba los planes arancelarios de Trump. Esta impopularidad generó preocupación entre los republicanos en el Congreso, quienes temían las consecuencias entre sus votantes. El senador Thom Tillis de Carolina del Norte expresó su inquietud: “Las personas van a empezar a ver sus planes de pensión… Estoy intentando entender cómo van a sentirse bien frente a todo esto”. ¿Están los republicanos comenzando a cuestionar las políticas económicas de Trump?
El senador John Kennedy de Luisiana compartió una preocupación similar: “No es divertido. No me gusta. Me gusta cuando el mercado sube”. Aunque dispuesto a darle una oportunidad a la estrategia de Trump, Kennedy instó al presidente a informar mejor al público sobre sus objetivos a corto plazo. “¿No sabemos si la medicina será peor que la enfermedad”, declaró. ¿Es la incertidumbre el mayor enemigo de la economía?
La presión sobre Trump provino de múltiples frentes: legisladores de ambos partidos, grandes donantes e inversores como Elon Musk. El *Financial Times* señaló que los demócratas, que luchaban por encontrar una línea de ataque efectiva contra el gobierno, “se maravillaron del regalo político que Trump había entregado, con una guerra comercial que perjudicaría a los votantes de todo Estados Unidos”. ¿Se convirtió la política arancelaria en un arma de doble filo para el presidente?
En el Senado, Jamieson Greer, uno de los representantes comerciales de Trump, enfrentó duras críticas. El senador Steve Daines de Montana advirtió sobre el efecto inflacionista de los aranceles y el riesgo de cerrar mercados para agricultores, ganaderos y fabricantes estadounidenses. El congresista Darin LaHood de Illinois describió la “ansiedad, estrés e incertidumbre” que sentían los agricultores de su estado, quienes se ven como “el primer peón” en una guerra comercial. ¿Está la agricultura estadounidense en peligro?
Según el *New York Times*, Trump tomó conciencia de las implicaciones de sus aranceles tras una reunión con el secretario del Tesoro Scott Bessent y otros asesores económicos. La caída en los mercados de bonos del gobierno estadounidense y del dólar, así como las advertencias de recesión de los economistas de Wall Street, lo habrían convencido de dar marcha atrás. ¿Fue una decisión impulsada por el pánico o por una comprensión repentina de la realidad económica?
Sin embargo, este cambio de opinión podría acarrear problemas legales para Trump. Varios senadores han pedido una investigación para determinar si sus acciones constituyen tráfico de información privilegiada o manipulación del mercado, al haber animado a la gente a comprar acciones justo antes de anunciar la pausa arancelaria. El senador Adam Schiff escribió en X: “¿Quién en la administración sabía con antelación del último cambio de opinión de Trump sobre los aranceles? ¿Alguien compró o vendió acciones, beneficiándose a expensas del público?”. ¿Podría este escándalo dañar la imagen pública de Trump?
La controversia se agudiza al recordar que Trump firmó su publicación en Truth Social con las letras “DJT”, tanto sus iniciales como la sigla bursátil de su empresa mediática, Trump Media & Technology Group, cuyas acciones cerraron el día con una subida del 21,67%. Richard Painter, exabogado de ética de la Casa Blanca, consideró que existía justificación para abrir una investigación. “¿Los presidentes no son asesores de inversión… Esta situación podría exponer al presidente a acusaciones de manipulación de mercado”, sentenció. ¿Se enfrenta Trump a una nueva tormenta legal y política?
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