¡Escándalo en el Hospital de Angol! Contraloría Detecta Graves Irregularidades y Envía Caso a Fiscalía
Un terremoto sacude el Hospital Dr. Mauricio Heyermann Torres de Angol, en la región de La Araucanía. La Contraloría General de la República (CGR) ha revelado un informe demoledor tras una auditoría exhaustiva, destapando una serie de irregularidades que han desatado un sumario administrativo y la intervención del Ministerio Público. ¿Qué secretos ocultaba este recinto hospitalario?
La lupa de la Contraloría se posó sobre el área de traumatología, donde se detectó una concentración inusual de cirugías en manos de dos anestesiólogos. ¡El 65% de las operaciones (430 de 786) fueron realizadas por estos dos profesionales sin justificación aparente! ¿Favoritismo? ¿Ineficiencia en la distribución de tareas? Las preguntas saltan a la vista.
La investigación, impulsada por denuncias anónimas, puso al descubierto presuntas irregularidades en la compra de servicios médicos, prácticas simultáneas de anestesistas y un preocupante aumento en las tasas de infección post-operatoria. Un cóctel explosivo que exige respuestas urgentes.
El informe de la CGR es contundente: falta de control en las operaciones traumatológicas y en la contratación de proveedores externos. Traumatología, además, figura como una de las áreas con menor eficiencia en el uso de pabellones, con un 47,77%, muy por debajo del promedio nacional.
Pero la cosa no queda ahí. A pesar de la falta de un catastro de necesidades, el hospital lanzó una licitación pública para cirugías de urgencia y prótesis de cadera, adjudicándola a Traumatología Malleco Limitada y Asesorías y Servicios Santa Ana SpA, empresas ¡con participación de médicos del propio hospital! ¿Conflicto de interés? La Contraloría no duda en señalar la falta de análisis previo para justificar estas contrataciones.
“No se observan antecedentes que acrediten la imposibilidad de haber efectuado las cirugías requeridas a través de los equipos médicos del centro hospitalario”, sentencia la CGR, cuestionando la necesidad de recurrir a servicios externos.
El jefe de Traumatología también está en el ojo del huracán. Según el informe, era él quien decidía qué pacientes se operaban y cómo se distribuían los casos, a pesar de formar parte de las empresas beneficiadas con las licitaciones. Una conducta que, según la Contraloría, vulnera el principio de imparcialidad.
Además, se reveló que los médicos designados para las cirugías eran los mismos que atendían a los pacientes en el policlínico, teniendo acceso privilegiado a su historial médico. ¿Selección preferencial de pacientes? La sombra de la duda se extiende.
Las empresas Traumatología Malleco Limitada y Asesorías y Servicios Santa Ana SpA recibieron contratos millonarios (250 millones y 176 millones de pesos respectivamente), mientras que médicos del hospital figuraban como accionistas. Aunque la Contraloría no detectó infracciones directas a la ley de contrataciones públicas, advierte que la situación “eventualmente podría configurar una situación que podría revestir caracteres de delito”, remitiendo el caso al Ministerio Público.
Anestesistas trabajando en múltiples operaciones simultáneamente, en contravención de normativas internas y del Ministerio de Salud, es otra de las graves irregularidades detectadas. De 736 prestaciones, ¡480 fueron asignadas a solo dos anestesistas! La Contraloría cuestiona la falta de criterios objetivos en la asignación de tareas.
La duración de las cirugías también levanta sospechas. Las operaciones realizadas por el equipo interno del hospital duraban en promedio 1 hora y 37 minutos, mientras que las realizadas por empresas externas ¡se reducían a 49 minutos! ¿Mayor eficiencia o menor calidad?
Para colmo, se detectaron dos casos de infecciones en pacientes operados de prótesis de cadera, superando el umbral de referencia establecido por el Ministerio de Salud.
El Hospital de Angol se encuentra ahora en el centro de la polémica. El sumario administrativo y la investigación del Ministerio Público deberán esclarecer estas graves irregularidades y determinar las responsabilidades correspondientes. Estaremos atentos a las próximas novedades de este caso que ha sacudido la salud pública en La Araucanía.
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